Sindicales

23/12/1999|651

La huelga de Interpack condicionó el plan flexibilizador de la patronal

A pesar de la tramposa conciliación obligatoria que ‘licenció’ a los despedidos, los obreros gráficos de Interpack han proseguido la lucha con una batería de iniciativas cuyo centro es la carpa de apoyo a los despedidos en la puerta de planta.


Realizaron dos grandes movilizaciones con corte de avenidas, la primera al frente de la fábrica y la segunda al centro de Mosconi y San Martín, con la modalidad de los ‘aguantes’, que prolongan los cortes durante toda la tarde y crean una conmoción en el barrio y en la zona. Las movilizaciones contaron con el apoyo de las familias, asi como de delegaciones del Movimiento de Desocupados de la CCC de La Matanza, de internas y sindicatos de la zona (TDO, Suteba, Ate, Tribuna Docente, línea 86, etc.), del polo clasista (que integran la Naranja Gráfica, Emfer, Inti, Metrovías, docentes, ATE, etc.) y hasta de un pastor evangélico de la zona.


El conflicto ha creado un frente obrero de lucha: 40 compañeros gráficos ‘devolvieron’ la solidaridad a los desocupados concurriendo a su corte de ruta 3 contra la interrupción de los planes ‘Trabajar’.


También se han acercado delegados de talleres gráficos convocados por la propia Interpack o por la agrupación Naranja; otros talleres juntan para el fondo de huelga, pero el movimiento enfrenta una cerrada política de aislamiento por parte de la dirección del sindicato. El martes 7, la burocracia de Ongaro usó todos los recursos para reunir a unos 70 delegados a la misma hora en que se hacía la movilización donde se dijo que el conflicto de Interpack está “superado”.


No obstante, la burocracia está a la defensiva, como lo muestra su campaña contra la “política” y contra los métodos que generan “escaladas de conflicto”. Estos argumentos típicos de rompehuelgas no pueden ocultar el hecho simple de que Interpack respondió unitariamente al despido de seis activistas intachables, que, junto con todos sus compañeros, defienden las reivindicaciones de la fábrica.


Ese hecho sencillo se levanta como una enorme referencia ante una ofensiva patronal que está haciendo añicos el convenio y el salario, arrasando conquistas incluso en los sectores más concentrados, como los diarios o los grandes talleres de formularios continuos, llámense Ivisa (incremento de jornada semanal) o Rioplatense (turnos normales en fines de semana). La lucha de Interpack refuerza la lucha del activismo por el plenario de delegados y la acción conjunta del gremio.


La burocracia ha logrado apartar a la Comisión Interna de planta II de la lucha conjunta contra la opinión de la mayoría del taller… Pero la lucha ya ha servido para condicionar la ofensiva patronal contra el salario, el pago de extras e incluso de la integridad de los planteles de trabajadores. El plan flexibilizador fue enfrentado con esta huelga.