Sindicales

24/8/2000|678

La ley de empleo es la reforma laboral para los municipales

La solicitada publicada por el Consejo Directivo del Sutecba (Clarín y Crónica, 15/8) es una maniobra “mediática” para hacer pasar como progresiva una ley hecha a la medida de las “recomendaciones” del Banco Mundial y el FMI.


Por ejemplo, se dice que “se consagró el principio de estabilidad en el empleo”, en el artículo 36, cuando en realidad otras disposiciones de la propia ley, efectivamente lo anulan. Esto es así con el “régimen de disponibilidad” (art. 57) que comprende:


1) a los trabajadores cuyos cargos, funciones u organismos donde presten servicios sean suprimidos por razones de reestructuración;


2) a los trabajadores que sean calificados negativamente en la evaluación anual de desempeño, de acuerdo con lo establecido en el art. 33;


3) a los trabajadores que sean suspendidos preventivamente o cuyo traslado se disponga por considerarse presuntivamente incurso en falta disciplinaria, de conformidad a lo dispuesto en el art. 52.


El art. 58 de la ley establece que los trabajadores en disponibilidad no reubicados quedarán cesantes.


El art. 36 plantea que “la estabilidad no es extensible a las funciones”, es decir que tendremos un régimen de “movilidad funcional”.


El régimen disciplinario que establece esta ley plantea un listado prácticamente infinito de causales de sanciones en los artículos 46, 47, 48 , 49 y 50, con el agravante de que las suspensiones menores a 10 días no están amparadas por el derecho a defensa en sumario.


La solicitada plantea que se eliminan los contratos basura como forma de empleo permanente, pero la ley establece que los ingresos serán a prueba por un año sin derecho a la estabilidad mientras dure la “prueba”. O sea, pura basura.


En cuanto al salario, se reivindica “la intangibilidad del mayor salario alcanzado”, pero no se dice que a partir de ahora se incorpora el concepto de “la productividad alcanzada en el cumplimiento del trabajo”.


Quedarán eliminados los estatutos especiales (médicos, docentes) a partir de las Convenciones Colectivas que estatuye la ley, y de sus contenidos centrales. Lo mismo vale para todos los escalafones que se discutan a partir de ahora.


En resumen, lo que la solicitada del Sutecba no dice, es que ahora el Ejecutivo cuenta con una ley que incorpora los aspectos centrales de la Reforma Laboral, para utilizarla contra los trabajadores municipales. Esto es lo central; esta ley sólo sirve como instrumento de una racionalización a fondo del gremio (disponibilidad, despidos) y para la flexibilización de las condiciones salariales (productividad) y de trabajo (ingresos a prueba, evaluaciones, movilidad funcional, régimen de sanciones).


En la solicitada, el Consejo Directivo del Sutecba asume la defensa de la ley, cuando lo que corresponde es plantear su derogación y organizar al gremio para conseguirlo.


Sobre la liquidación del Imos


Debería llamar la atención que en la solicitada no se hable sobre la Ley 472, también ‘consensuada’ por el Sutecba, que establece la liquidación del Imos y su reemplazo por la Osba (Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires).


Al respecto, lo primero que hay que decir es que esta ley ataca los intereses de los trabajadores municipales tanto o más que la de Empleo (471).


Hasta ahora se nos venía diciendo que las deficientes prestaciones del Imos obedecían a una millonaria deuda del Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad con el Instituto. Con la nueva ley esta grave situación habría quedado blanqueada sin que a los afiliados del Imos se nos informara nada.


En una síntesis apretada tenemos que denunciar que:


a) La Osba tendrá un plazo hasta el 2003 para ingresar en el régimen de Desregulación de las Obras Sociales, es decir que marcha a la privatización.


b) Por “disposiciones transitorias” de la ley, durante 240 días quedará conformado un Directorio con mayoría absoluta del Ejecutivo. Durante este período, contando con mayoría simple en las votaciones, este directorio podrá hacer y deshacer.


c) Las primeras víctimas de esta gravísima situación son los propios trabajadores del ex Imos, que deberán “acogerse” a un régimen de retiros voluntarios o pasar a disponibilidad.


d) La financiación de la Osba surgirá de nuestros propios bolsillos, con un incremento progresivo de nuestros aportes, hasta llegar al 6% de nuestro salario, comenzando ahora con un 1%.


Esta breve descripción, que no agota el análisis de esta ley, sirve sin embargo para mostrar su carácter nefasto. También en este caso está planteada la tarea de reclamar su derogación.


El Partido Obrero llama a los trabajadores municipales a organizarse para impedir que estas leyes se apliquen y reclamar su derogación. Es necesario poner al gremio de pie con asambleas en todas las reparticiones y marchar a una asamblea general del Sutecba.


Más que nunca es necesaria una acción unitaria de todas las corrientes y activistas del gremio dispuestos a llevar esta tarea adelante.


Solidaridad con los compañeros del Imos.


Ni un paso atrás en nuestras conquistas.


No a la desregulación-privatización de nuestra obra social. Control de la misma por sus trabajadores y afiliados. Rechazo al aumento en los aportes; financiación a cargo del Gobierno de la Ciudad.