Sindicales

25/8/1994|426

La lista de la izquierda perdió por 13 votos

La lista “Continuidad en la defensa del ARS” (integrada por las corrientes de izquierda que forman parte del cuerpo de delegados y de la interna saliente) perdió por solo 13 votos la elección de comisión interna. Los cómputos finales fueron los siguientes:  281 para la burocracia Azul y Blanca —patrocinada por la directiva de ATE Ensenada y el gobierno duhaldista—, 268 para la lista de izquierda y de los activistas (“Continuidad”) formada por el PO, el PTP, la Celeste, vinculada a un sector del Frente Grande, y el MST, 215 votos para la Blanca, pro MTA, que también era parte de la comisión interna saliente.


Con este resultado la interna del ARS ha pasado a manos de una burocracia superpatronal que actúa como apéndide y prolongación de la empresa. La Azul y Blanca apoya la privatización del ARS y se presenta como el garante de la “paz social” firmada por las burocracias de ATE Ensenada y ATE Provincia con el gobierno, que proscribe las asambleas generales e introduce la flexibilización laboral. La victoria de la Azul y Blanca es un golpe que no debe subestimarse: de aquí en mas los burócratas duhaldistas querrán valerse de este triunfo para ir mas lejos aún en la entrega de las conquistas y el convenio. El gobierno y la patronal apuestan, en particular, a la liquidación del combativo cuerpo de delegados.


El gobierno provincial convirtió a la elección de interna del ARS casi en un problema de estado. Apresuró un acuerdo con Defensa y Economía para liberar fondos y volcarlos a la finalización del buque Trans-Ona, paralizado durante dos años. El propio vicegobernador Romá bajó al ARS para anunciar oficialmente el comienzo de la “reactivación”.


A pesar de este espaldarazo a la lista duhaldista, la base de la fábrica votó contra la burocracia: la Azul y Blanca obtuvo el 35 % de los votos en relación a las  dos listas que integraron la CI desde el 92. La dirección duhaldista se quedó con la interna, en realidad, gracias a un premeditado operativo divisionista llevado adelante por la Lista Blanca del MTA y la Verde del CTA. Mas que una victoria fue un regalo: mientras la Lista Blanca se presentó sola, rompiendo el frente del activismo (después de haber roto con la propia interna), la Verde degennarista  se “abstuvo” de intervenir para culminar el operativo de aislamiento de la izquierda y el cuerpo de delegados. La razón por la que “ceteístas” y “mteístas” rompieron y desertaron del frente antiazul y blanco aparecerá mucho mas nítida con el correr de los días: ambas corrientes preparan el terreno para un acuerdo con la burocracia duhaldista en las elecciones seccionales del 95. Este proceso no nació hoy: ambas corrientes mantienen una política de virtual tregua con el gobierno Duhalde y avalaron el acta de “flexibilización” en el ARS.


La lista de izquierda hizo una excelente elección, arañó el triunfo, reagrupó al activismo y con su presentación derrotó a la Blanca y puso en evidencia el seguidismo del MTA y el CTA a la burocracia duhaldista (un personaje marginal de este pacto podrido fue el PTS, que llamó a votar en blanco para sabotear a la lista de izquierda y actuó una vez más como idiota útil de la burocracia— hubo 15 votos en blanco en una elección donde votó el 80 % de la fábrica).


Después de las elecciones está planteada la continuidad del frente de los activistas, que se agruopa inequívocamente en torno a las corrientes de izquierda, para defender el cuerpo de delegados y un programa de reivindicaciones por el salario, paritarios electos en asamblea, la defensa del convenio y la reactivación plena bajo control de los trabajadores.