Sindicales

16/1/1997|526

La Lista Naranja llama a rechazar el acuerdo

Pasados 10 días del plenario de delegados que ‘convalidó’ la reforma negrera del convenio (ver nota), la oposición telefónica, organizada por la Mesa de Enlace, no había sacado una posición pública contra la traición de Rodríguez-Guillán.


Las concesiones de este sector a la burocracia han sido decisivas para posibilitar el atropello de Rodríguez y Guillán. Después de haber dejado pasar, sin lucha, el levantamiento de dos asambleas generales que iban a rechazar la reforma del convenio, la Mesa de Enlace aceptó que Guillán, con sólo 8 votos a favor, pudiera vender la sede del sindicato para saldar una quiebra que es responsabilidad de la conducción (la oposición se abstuvo). Y votó luego, con la burocracia, con excepción de la Lista Naranja, una reforma del Estatuto del gremio, que prolonga el mandato para la directiva de 2 a 4 años.


El sector pro-CTA, que hegemoniza la oposición, disfraza su política capituladora con el argumento de que va a ganar las elecciones por la dirección del sindicato Buenos Aires este año, por lo cual no hay que ‘hacer olas’ (no luchar).


La Lista Naranja lanzó una gran agitación en el gremio “Por la derogación del acuerdo antiobrero de Rodríguez y Guillán”. Allí se denuncia la ‘jubilación anticipada’ como un retiro voluntario en cuotas; la‘tercerización’ a las contratistas como una política de reducción de salarios y conquistas, y la polivalencia como la creación del trabajador ‘orquesta’. Concluye llamando a realizar asambleas por edificio para pronunciarse por la derogación del “acuerdo antiobrero”, y a trabajar por una asamblea general, que rechace y lance un plan de acción contra los despidos, por la jornada de 7 horas de trabajo y el básico de 1.000 pesos para el cuadro inicial. Allí se convoca a todos los telefónicos del país a impulsar esa lucha y romper con la burocracia rodriguista.