Sindicales

27/5/1993|392

La lucha contra la “flexibilización laboral” en Propulsora

P: ¿Hay producción en Propulsora? ¿Cuánto se hace y con cuántos, por referencia a años atrás?


R: Tenemos una situación de gran producción. Durante el ‘93 se batieron todos los récords. Es evidente su buena situación, si se considera, además, que (Techint) participó en la compra de empresas de servicios (gas, electricidad, teléfonos, ferrocarriles) y de acero (Somisa). En todo este proceso los trabajadores hemos sufrido una “racionalización” brutal: en el ‘72 éramos 1.200, encuadrados en la UOM, hoy somos poco más de 500, que mantenemos o superamos la producción anual de cualquier período.


P: ¿Qué pasa con la “carpeta”? (del proyecto de “flexibilización”)


R: La primera “carpeta” permitió que, justamente, esta fábrica pudiera lograr los ritmos de producción a los que aludí recién. En el año ‘91, después de casi dos años de resistencia, en los que nos mantuvieron el salario congelado, lograron que se aceptaran estas condiciones de superexplotación a cambio de porcentajes miserables de aumento. Hoy todos han recapacitado que esas condiciones de “más trabajo por más plata”  no llevan a ningún lado, ya que por ley de convertibilidad (salarios congelados) y el aumento del costo de vida, todo lo que podemos recibir en pocos meses se pierde y el trabajo adicional permanece. Es por este motivo que un sector completo (línea de Corte) rechazó un segundo intento de “flexibilización” a cambio de un 18% de aumento. El Cuerpo de Delegados luego respaldó esta posición. Se ha llegado, dentro de este marco, a que sea casi una norma que en ciertos sectores de fábrica se trabaje 12 horas semana por medio, produciéndose, irónicamente, las 10 horas de trabajo diarias prometidas por este gobierno.


P: ¿Qué pretenden con las “privatizaciones” dentro de la empresa?


R: La fábrica hace un planteo de “optimización de la producción” basado en modelos occidentales, por los que se desentiende de todos los sectores de servicio y sólo mantiene como propios los estrictamente productivos. De ese modo organiza un “festival de privatizaciones”, formando cooperativas con menos personal que los que anteriormente figuraban en el sector, pero con la facultad de contratar mano de obra en los momentos picos de trabajo. Esto provoca la ruptura de la organización gremial y de los convenios, porque los convierte en sectores o zonas “de nadie” (o “zonas francas”  dentro de la empresa), donde todos estos compañeros que son subcontratados, al no tener estabilidad, trabajan en condiciones miserables y con sueldos que muchas veces no llegan a los básicos de convenio.


P: ¿“Qué pasa con el salario?¿Qué posición tiene el Cuerpo de Delegados frente a la actual situación?


R: Reclamamos un aumento salarial de 200 pesos para todas las categorías desde abril, sólo conseguimos 55 pesos y estuvimos a un paso del paro de 24 horas. Por toda esta situación estamos tratando de lograr un pronunciamiento del Cuerpo de Delegados por el cual se trabaje a fondo sobre todos estos temas que, oh casualidad, se encuentran involucrados dentro de la “reforma laboral”. Este pronunciamiento debe rechazar las privatizaciones, la segunda “carpeta” de “flexibilización laboral”, reclamar un aumento de 200 pesos y la jornada de 8 horas.


Es necesario que éste salga lo más claro posible y sin medias tintas.