Los hospitales públicos continúan en asambleas a pesar de la intimación del gobierno de levantar las medidas de lucha y de no actuar fuera de las organizaciones reconocidas, bajo amenaza de sanciones. La promesa del ministro de Salud de revisar el llamado a concurso (que dejaría afuera a los cientos de contratados) y la judicialización de la protesta (que ya ha comenzado con un proceso abierto contra una médica a la que se acusa de haber dejado sin atención a una parturienta) hicieron que se levantara la huelga que de hecho existía en los hospitales provinciales. Los trabajadores de los hospitales actúan al margen de los sindicatos "habilitados" (SEP, Atsa e, incluso, ATE) y los médicos se agrupan como “autoconvocados”. El jueves protagonizaron una nutrida movilización por el centro de la ciudad.

 

La docencia ha hecho paros de dos horas el jueves y viernes de la semana anterior, un paro de 48 horas el miércoles y jueves de esta semana, y asambleas los días restantes. Cuando la burocracia planteó en el palco del acto del 29 de mayo que se iban a realizar asambleas escolares, los docentes le tomaron la palabra y sin esperar el organigrama del gremio salieron a concretarlas en las zonas y agrupando a diversas escuelas. El reclamo de un paro por tiempo indeterminado por el mínimo en 1.800/2.000 pesos se hace fuerte en los mandatos escolares. La oposición antiburocrática encarnada en Tribuna Docente ha tomado el control de las asambleas de delegados escolares de Colón con estos reclamos.

 

Ahora la burocracia de la UEPC decidió plantear un paro de 24 horas los primeros días de julio y amenazó con no empezar las clases luego de las vacaciones de invierno. Pero ya ha planteado que su objetivo es que el gobierno “no se vuelva atrás con la promesa de un aumento a partir de julio”, el cual estará supeditado a un incremento de un 20% en la recaudación.

 

En este marco, De la Sota desapareció literalmente una semana. Nadie sabía dónde estaba. La lucha hospitalaria ya ha quemado al recientemente proclamado candidato del PJ a la Intendencia de Córdoba, el ministro de Salud, Chuit. El delasotismo quiso recuperar la iniciativa política y proclamó su candidato, pero la realidad hospitalaria y la lucha de los trabajadores se lo quemaron. La crisis se puede llevar puesto también al candidato a gobernador, el actual vice Schiaretti, que ha debido salir a amenazar a los trabajadores de los hospitales.

 

La táctica del gobierno y los gremios consiste en llegar a julio y arreglar allí un máximo del 19%, pero la iniciativa de los trabajadores les está pudriendo el proceso. Por eso el gobierno ha salido con las amenazas y sanciones. Pero ¿de dónde saca fuerzas un gobierno acabado como el de De la Sota para amenazar a los trabajadores de la salud si no es de la decisión de la burocracia sindical de perdonarle la vida? El gobierno realizó las amenazas de sanciones luego de reunirse con el SEP, Atsa y ATE. Ninguno de estos gremios llamó a fortalecer la lucha; mucho menos a declarar el paro por tiempo indeterminado y "cubrir" legalmente a los trabajadores hospitalarios frente a las amenazas.

 

La lucha de docentes y hospitales ha convulsionado la provincia. Para alcanzar el triunfo se impone la organización de la huelga general con un plenario abierto de delegados y activistas que una a los médicos autoconvocados, a los trabajadores nucleados en la interhospitalaria, a la oposición antiburocrática en la docencia y los delegados independientes con mandato de paro por tiempo indeterminado.