Sindicales

27/4/2006|943

La lucha de Télam crece

La podemos ganar


Los trabajadores de Télam cumplieron al cierre de esta edición 12 días consecutivos de huelga contra el despido de dos compañeros de prensa y una serie de “reubicaciones” compulsivas a los que se adhirieron a la medida.


 


El “progresista” Martín Granovsky, actual director de Télam, pretendió dar un gesto de autoridad justo cuando los trabajadores de la agencia se lanzaban a la conquista de un aumento salarial y otra serie de reivindicaciones postergadas.


 


El ex periodista de Página/12, que tomó el mando de la agencia con los ornamentos de un ministro (en su acto de asunción estuvo presente casi todo el gabinete nacional, y el mismísimo K) se vale de métodos similares a los de las administraciones más reaccionarias de la agencia. Quiere hacer retroceder la historia laboral de Télam. Granovsky se propone el achique de la agencia.


 


Las patronales privadas de prensa observan expectantes. Télam es un mal ejemplo: gracias a la lucha y la organización, en la agencia ningún patrón o mandamás de turno boludea fácilmente con el horario de trabajo, ni con ningún derecho ni conquista del trabajador.


 


Claro que Granovsky no está sólo, ni actúa por cuenta propia. Cumplidos 12 días de huelga, el Ministerio de Trabajo no contestó ninguno de los reclamos ni las denuncias que hicieron los trabajadores. Para la cartera laboral el conflicto “no existe”. Todo un guiño para que Granovsky siga con sus fechorías.


 


En las asambleas sólo se discute cómo fortalecer la medida. Desde el lunes 10 de abril, no salen despachos ni cables verdaderos, ya que lo único que emite la agencia son materiales truchados de Internet por las autoridades del medio y una serie de acólitos, lo que constituye además una completa estafa a los abonados al servicio.


 


El paro ganó a todos los sectores de la agencia. Redacción, administración, comercial y publicidad progresan en una unidad sin fisuras en defensa de la lucha. La fuerza del conflicto no deja espacio para rencillas, ni maniobras de corto alcance; avanza sobre las quintas y aísla a los carneros.


 


También ganó la calle. Lo que no es poco contra el bloqueo informativo que ejercen los principales medios de comunicación y el aislamiento criminal al que lo condena la dirección de la Utpba.


 


Ganó la calle. E inmediatamente se rodeó de solidaridad. Se está convirtiendo en un conflicto popular.


 


Ya hubo asambleas abiertas, conferencias de prensa, un corte de calle y un acto masivo, espectacular, con la presencia solidaria de las comisiones internas combativas del gremio de prensa, al que se dieron cita organizaciones sindicales, piqueteras y sociales en general, artistas solidarios, además de diputados y senadores y dirigentes de todo el arco político e ideológico de la política nacional. La asistencia variada refleja la lucha interna que corroe al kirchnerismo.


 


Télam puede poner un nuevo clavo en el ataúd de una dirección sindical a la que todo el gremio debe empeñarse en enterrar de una vez por todas.


 


Pero la contundencia del paro plantea una crisis para todas las direcciones del movimiento obrero. La CTA, que mostró un altísimo perfil en el acto multisectorial de apoyo Télam, y cedió a los compañeros la cabeza de la marcha al Congreso del día 20, rompe en los hechos con la Utpba, pero no la deja de prohijar: en el acto frente al Congreso, mientras miraba flamear como un dedo acusador la gran bandera que, por su invitación, portaban los trabajadores de Télam, De Gennaro anunció nuevas iniciativas de la Fetracom (Federación de Trabajadores de la Comunicación), un nuevo engendro profesionalista y distraccionista armado por la Utpba hace unos años.


 


La CGT, que estuvo en el acto de Télam pero silbando bajito, tiene dentro de la agencia a uno de los integrantes de su mesa directiva de la Capital boicoteando el paro de manera desembozada.


 


La CTA tiene que expulsar a la Utpba de sus filas, y lo mismo debería hacer la CGT; y apoyar incondicionalmente a una nueva dirección de prensa que surja de las bases en lucha.