Sindicales

20/7/2000|674

La marcha por el trabajo de la CTA

La Marcha de la CTA se ha puesto en movimiento desde Rosario, pero lamentablemente su objetivo es estrecho y sin futuro, pues se propone juntar un millón de firmas para que los ‘honorables’ legisladores se avengan a dar tratamiento a un proyecto de seguro para los desocupados que sean jefes de familia y se habilite un plebiscito para votar esta propuesta. Nada de esto se va a obtener, porque los representantes del pueblo no están para servir a los trabajadores. Albergar semejante ilusión luego de que aprobaran la reforma laboral y la reducción de los salarios, es hacer alarde de una fe a prueba de balas.


El movimiento obrero debe encaminar la solución de sus necesidades por medio de la acción directa, pues ésta es la única capaz de doblegar al Estado capitalista. Para eso es necesario reclamar la unidad de sindicatos, regionales y centrales en función de lanzar una huelga general y no promover la publicidad de una central sindical en particular. En lugar de apelar a los legisladores o pequeños empresarios, es necesario convocar a un Congreso de delegados que recojan un mandato de las bases, con la finalidad de que establezca un plan obrero de salida a la crisis y tome la dirección y organización de la huelga general.