Sindicales

6/11/2008|1062

La Matanza: La burocracia sindical “reflexiona”

El titular de Unión Industrial de La Matanza declaró que ante “la incipiente desaceleración económica, algunas empresas debieron adelantar las vacaciones y eliminar horas extras”, pero – adelantó – “es muy posible que cuando nos volvamos a reunir la semana que viene el panorama sea peor”.

La realidad, sin embargo, ya es mucho peor porque las patronales han empezado a despedir en masa, como ocurrió en la metalúrgica Dema; también ha habido despidos y suspensiones en Indiel y en Oblak, y Mercedes Benz anunció su intención de desprenderse de 530 operarios de aquí a fin de año.

Aunque no hay datos del sector “informal”, se sabe que es el más afectado. En La Matanza existen unos cinco mil talleres de costura clandestinos y otros tantos de calzado.

Mientras tanto, el Ministerio de Trabajo se declaró “preocupado” y emitió un comunicado recordando “la exigencia de informar a las autoridades laborales los planes de suspensiones y despidos” (aunque explicó que la medida “no constituye una prohibición para disponer ajustes de personal sino un llamado a la responsabilidad y prudencia”). La burocracia sindical convocó al plenario de la CGT regional – unos treinta gremios – para “reflexionar sobre el nuevo escenario”.

Las conclusiones del encuentro las expresó Pablo Romero, del calzado: “El gobierno nacional se encuentra indefenso ante este panorama, pero deberá generar medidas para salvaguardar nuestra economía”. Es decir, “que se bloquee el ingreso de productos extranjeros” y subsidios a los empresarios.

“Confío que el gobierno nacional le encontrará la vuelta”, remató el inefable Gdansky, mandamás de la burocracia matancera.

El papel que jugará la dirigencia sindical lo aclaró el secretario del Smata, Carlos Díaz, cuando se quejó de que los empresarios “nos entusiasmaron con muchas horas extras y ahora resulta que el sindicato tiene que dar la cara para anunciarles a los compañeros esta delicada situación”.