Sindicales

23/6/1993|394

La Naranja perdió por 30 votos

Por 30 votos—278 a 247—la lista oficialista “Unidad y Protagonismo Gremial (PTP, peronistas y elementos afines al Frente del Sur) retuvo la conducción de Aduba, el sindicato capitalino de Conadu. Se trata de la primera elección en el ámbito de toda UBA de la gremial docente universitaria y la novedad fue el enorme crecimiento de la oposición nucleada en la “Lista Naranja”. La “Naranja”, encabezada por docentes del Partido Obrero, se ha convertido de hecho en la dirección práctica de la movilización porteña como quedó de manifiesto en los últimos paros de la Conadu. El “Naranjazo” se expresó entonces con anterioridad (y con mayor propiedad que en los votos) en las clases públicas, en las huelgas y en el rol protagónico asumido en la acción directa durante el último año por la Asociación Docente de Ciencias Sociales. Además de Sociales, en Psicología, en el Ciclo Básico Común y en Arquitectura, la “Naranja” no sólo se impuso electoralmente. Estas eran facultades completamente desorganizadas en materia sindical y ahora quedaron en pie comisiones internas en los dos primeros casos y la posibilidad de concretarla en las próximas semanas en el tercero. Fue un enérgico trabajo de organización del gremio el que potenció la oposición y casi liquida a la vieja dirección, atrincherada en las facultades de Farmacia e Ingeniería.


Cada una de las listas hizo una votación exclusiva en las facultades en las cuales tenía asentado su trabajo gremial, lo que significa que no llegó a haber una diferenciación política, sino un voto de confianza en sus dirigentes. La conformación de las listas refleja, sin embargo, un proceso de diferenciación que marcará el desenvolvimiento futuro del gremio. La lista “solanista” representa a la vieja dirección de Conadu en Buenos Aires, originalmente una alianza de peronistas renovadores y el PC, ahora convertidos políticamente en un ala del Frente del Sur afín a la burocracia de Conadu. Por esto se opusieron a modificar el estatuto «marysanchista» de Aduba, que proscribe la representación proporcional: ahora, con una mínima diferencia de votos, la lista triunfante tendrá la secretaría general, la adjunta y 5 de los 7 puestos de la mesa ejecutiva. Se trata de un fraude. La campaña del oficialismo se basó en fingir una pose de oposición a la camarilla dirigente de Conadu y en disfrazarse de “Izquierda amplia”, para encubrir sus planteos burocráticos y el predominio en los puestos dirigentes de compañeros del ahora “pro-riquista” PTP.


La “Naranja” planteó una plataforma basada en: a) defensa de la democracia sindical; b) la crítica a los paros intermitentes, aislados e inocuos que plantea la dirección de Conadu, por un plan de lucha y la acción directa junto al movimiento estudiantil, por los 500 pesos de básico, contra la “privatización” educativa y la complicidad del Consejo de Rectores dominado por la UCR; c) la defensa de la independencia política del sindicato y de las autoridades universitarias. La “Naranja” es una lista sindical que refleja un compromiso con el ala centroizquierdista (minoritaria en la lista), de cuño democratizante, adversaria del sector “nacional” y “popular” en el seno del propio centroizquierda, pero realmente clerical y antimarxista. En la “Naranja” prevaleció el liderazgo del PO y un programa de oposición a la conducción oficial de la Conadu.