Sindicales

27/4/2000|664

La Naranja se pone al frente

La burocracia no tuvo más remedio que aceptar la con­quista de la minoría por parte de la lista Naranja con un ofi­cial 23% que supera el 20% requerido por estatuto. Esto no es poco, aunque el ongarismo está afuera de los congresos nacio­nales e internacionales gráficos y a la CGT van sólo 7 congre­sales de los 30 elegidos. Estos cargos decorativos, sin embar­go, la Naranja los ha transformado en una herramienta de lucha participando en los congresos de Fatida y en el último congreso de Ferro de la CGT.


Pero como la realidad del voto ha sido un 40% en los ta­lleres, hoy la Naranja es protagonista de innumerables pro­cesos reivindicativos y de lucha.


Dos talleres se han definido con todo contra el fraude en sus urnas y realizan la acción legal para el reconocimiento de los auténticos resultados y el castigo de los responsables del delito penal que el fraude constituye.


Los compañeros de Tintas Letta, una empresa vaciada, quebrada y con enormes deudas con los compañeros, discu­ten una acción jurídica y la eventualidad de la ocupación de la planta.


Ciccone afronta una semana decisiva por el vencimiento de un acta de estabilidad laboral, por el comienzo de suspensiones entre el personal no gráfico y la emergencia de ata­ques, ahora sí, pasadas las elecciones, contra los gráficos, porque la producción del taller está virtualmente parada. La Naranja, representativa de la mitad del taller, plantea una inmediata asamblea general para fijar un programa de de­fensa obrera, contrario a las suspensiones y a todo despido, basado en el repatriamiento de toda la producción de un pul­po que ha colocado plantas en Chile y China con el sudor de los trabajadores gráficos argentinos.


En Crónica, la patronal informa de la obtención de un crédito del Provincia, vía Ruckauf, para “reconvertir” la em­presa, con venta del histórico edificio de Garay y Azopardo incluida. El peligro de despidos se cierne sobre decenas y de­cenas de gráficos y periodistas. Los activistas de la Naranja han tomado el toro por las astas: unidad de lucha por la reu­bicación y capacitación ante la nueva tecnología que se anuncia, ningún despido ni de gráficos ni de prensa, que la primera inversión sea la puesta al día de toda la deuda sala­rial y previsional con los trabajadores, no renovar el conve­nio de rebaja salarial de hace un año atrás.


Pero estas realidades no escapan al conjunto. Por ello la Naranja lanza, junto al balance electoral, una campaña político-reivindicativa por paritarias inmediatas, por 600 pesos de mínimo, y por un inmediato plenario general de delega­dos para movilizarse en apoyo a todos los talleres en lucha.


En ese plenario planteamos la definición contra la Reforma Laboral, la convocatoria masiva al Congreso junto a los gremios que se movilizan y el reclamo de un paro activo na­cional para acabar con la Reforma Laboral.