Sindicales

9/3/2000|657

La Naranja va

En tiempo y forma, la Naranja Gráfica presentó su lista. Será muy difícil proscribirla: la avalaron 1.084 compañeros de 53 empresas gráficas más un grupo de jubilados.


La fórmula votada por el plenario de la lista -Pitrola-Cardozo- sintetiza la vasta tradición de lucha de la Naranja, la reivindicación de la histórica huelga de Atlántida y a una gran fracción de delegados honestos y combativos. La componen delegados de Quebecov-Perfil, R, Choaas. Interpack I Interpack II, Cotlgraf, Talleros Unión, Ciánica, La Nación, Irsina, Recali, Morvillo, Palmeiro, Lotta, Inst. Salesiano, Fotogen, Broglio, Etigrof y Casoli, y una jubilada activista de la OSPG al fronte de un grupo de jubilados de Perfil, Atlántida y otros talleres. Pero la adhesión al movimiento es todavía mayor, porque una gama de talleres no pudo o no maduró todavía para colocar candidatos, pero brinda un fuerte apoyo con sus avales, como Estrada, Ciccone, Alfa Beta, Agropa, Poligraf, Capelli, Bolsapel, e incluso el propio Clarín o talleres cuyos elementos combativos fueron despedidos, como Muresco, Diario Popular, Farmográfica, etc., que Imastican bronca contra la patronal y la burocracia.


La lista constituye un frente de delegados y activistas muy amplio, al cual se integraron compañeros de diferente extracción o evolución política. Incluso sobre el final se sumó un delegado de izquierda, independiente de la Naranja. La agrupación Marrón (ex PC), en cambio, integrante del Frente de la Resistencia, y compañeros ligados al grupo que orientaba Silvia Díaz, ambos integrantes de la llamada ‘izquierda’ de la CTA, no integraron la lista porque sus agrupaciones bloquearon conscientemente la construcción de una alternativa antiburocrática. Una vez más (lo mismo hicieron en el ‘92 y el ‘96) se desnudó que prefieren ser elemento de presión de la burocracia y no ofrecen una salida al gremio; más aún, se colocan a la derecha de los activistas frescos qué sin ataduras se lanzan a cambiar la dirección del gremio, de compañeros como Roberto Alvarez, de Cotígraf, que siendo congresal por la Verde ha roto | íntegra nuestras filas. Llamamos a los delegados de esas agrupaciones, que simpatizan con nuestra lucha, a sacar una conclusión política y volcarse a] trabajo por la derrota de la burocracia.


El’aparato’ sindical, basado en el monopolio de los fondos, el manejo de la Obra Social y la manipulación de los jubilados, se apoya por sobre todas las cosas en los golpes patronales destinados a atemorizar ul gremio. Sin ir más Iejos, sólo en estas semanas hubo despidos en Agropa, en Irsisa, en AyC, en Unión, en Alfa Beta; creemos que también en La Ley, y corren rumores horribles en Ciccone; en enero había ocurrido lo mismo en Muresco e Impresora Americana y en diciembre todos conocimos el conflicto de Interpack. Sin embargo, han perdido la calma; Ongaro, que no iba a presentarse en forma directa, ha decidido, según las últimas versiones, competir una vez más por la Secretaría General, de manera que el mandato lo encontraría en la dirección a los 80 años. Tal vez los paros en Ciccone, Unión y Recali, poniendo un límite a la ofensiva Capitalista, hayan crispado a los burócratas un poco más todavía.


Otro reacomodamiento lo constituye un comunicado firmado por Ongaro contra la reforma laboral aparecido en el Diario Popular…, una semana después del acto de Plaza de Mayo. Esa declaración, de cualquier manera, no fija curso concreto alguno y apela a sus acostumbradas cortinas de humo reclamando “basta de reformas (por la laboral), necesitamos una revolución social como la de 1810”, lo que suena a un llamado a la burguesía a acabar de una buena vez con los viejos convenios y otras rigideces que Ongaro ha resuelto no discutir más. La realidad es una hipoteca lapidaria que no ocultará ningún reacomodamiento, como lo denuncian los activistas de Crónica en su carta de puño y letra llamando a apoyar a la Naranja: “no defienden el convenio de diarios, nos arancelan proscriben de nuestra Obra Social, impulsaron la rebaja salarial en el diario, no difunden los conflictos, prohibieron hablar de nuestros gravísimos problemas en la asamblea de diciembre”. Acompañaron a la CGT menemista hasta ahora, y el 24 volvieron a carnerear. No hoy reacomodamiento que valga, se tienen que Ir.


Luchemos por la legalización de la lista Naranja y preparemos una vasta campaña que la lleve i la dirección del sindicato. Será una enorme contribución al gramo y al movimiento obrero en su conjunto.