Sindicales

2/1/2023

La “normalidad” mentirosa de Sileoni y Baradel y el ajuste de Kicillof y Juntos

La docencia bonaerense cierra el 2022 luchando.

Baradel, Kicillof y Sileoni.

“Vamos a empezar las clases normalmente a partir del 1° de marzo con 190 días, nos llevamos una nueva satisfacción todos”. Con estas palabras el Director General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, hizo su balance de la “paritaria” docente de fin de año acordada entre el gobierno provincial y el Frente de Unidad Docente Bonaerense (Fudb), cuya voz cantante es Roberto Baradel.

Parte del vuelto percibido por la burocracia de Suteba es el permiso oficial para gestionar el Instituto de Formación Docente y Técnica N° 239 (modalidad virtual y presencial), que funciona en el hotel 10 de Junio, propiedad del sindicato: un paso hacia la privatización de la educación superior.

El 7% de aumento pactado corresponde a una “actualización” de fin de año, mientras que la Paritaria 2023 no tiene fecha aún de convocatoria y en el mejor de los casos empezaría a tratarse a fines de enero.

Sileoni adelanta la “normalidad” del ciclo lectivo en la provincia de Buenos Aires a sabiendas que la burocracia sindical del Fudb hará lo imposible para bombear reclamos y luchas como tributo a la todavía incierta candidatura a la reelección de Kicillof. En el congreso anual de Suteba, Baradel y la conducción provincial atacaron los paros Multicolor por la reapertura de las paritarias (de alto impacto en toda la provincia de Buenos Aires), acuñando la “teoría” funcional al ajuste de que lo “revolucionario” es ir a dar clases a las escuelas, lo mismo que decía Vidal mientras se hundía la provincia de Buenos Aires.

Los “nacionales y populares” copian el libreto liberal y absuelven a los gobiernos nacional y provincial que llevaron la pobreza a un 50% de la población del conurbano y donde tres de cada cuatro pibes no completan su alimentación.

Paritaria a la medida del ajuste

La mentada “paritaria” que celebran los Sileoni y los Baradel cerró con los salarios docentes por debajo de la canasta básica, que ya está en los $145.000 mensuales. Por caso, el 100% anual acumulado parte de montos muy bajos y de una destrucción de larga data de los salarios básicos. Recién con 24 años de servicios, un maestro o maestra de grado alcanzará los $152.000 por cargo, rayando con la línea de pobreza. Para los preceptores sin antigüedad el sueldo a diciembre será de $96.920 y para un profesor con 20 módulos -equivalente a dos cargos- rondará los $150.000.

Es importante aclarar que si bien la “actualización salarial” firmada es retroactiva a diciembre, recién se cobrará con el pago de los sueldos de febrero como consecuencia de las sucesivas postergaciones de la paritaria, todas éstas consentidas por las direcciones sindicales que le hicieron el aguante al ajuste del “gobernador amigo”.

Sin bono de emergencia, las burocracias kichneristas se mostraron comprensivas con el gobierno ante “las dificultades” que plantearía el recorte de fondos destinados a la provincia como consecuencia de una mayor transferencia de la coparticipación federal a la Ciudad de Buenos Aires. Como viene sucediendo, el esquema de aumentos en cuotas y por goteo le permite a Axel Kicillof, y a sus ministros Walter Correa y Alberto Sileoni, financiarse con salarios que corren detrás de la inflación.

En las redes circula un video de repudio a la burocracia de ATE por haber entregado la paritaria y el bono de fin de año. Roberto Baradel se salvó providencialmente de correr la misma suerte porque la paritaria docente fue poco tiempo después que la estatal.

Confirmado el Presupuesto de ajuste

Los salarios de pobreza “actualizados” son la consecuencia directa del Presupuesto de ajuste 2023 votado en la legislatura por el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. En las “mateadas” de campaña en La Plata, Kicillof se hace el otario y mientras parlotea sobre la derecha y sus peligros omite decir que el presupuesto fue pactado hasta el detalle con la oposición derechista de Juntos.

El 60% de inflación proyectada para este año cumple la función de ponerle un tope a la negociación paritaria en el “año electoral”. Para esto, las burocracias docentes y estatales pretenderán volver a sentarse en enero y febrero sin mandato y para convalidar la “oferta” del gobernador.

Baradel y sus asociados invocan tener un “mandato permanente” para negociar unos puntos por arriba de la inflación. Se trata de una trampa a varias bandas. Los sueldos docentes están muy por debajo de la canasta básica y en el caso de los salarios básicos no llegan a la canasta de indigencia. La burocracia deja correr el deterioro de la capacidad de compra de los salarios podados por la pérdida salarial arrastrada desde los tiempos de María Eugenia Vidal y los anteriores gobiernos peronistas. Las direcciones kirchneristas y todo el Fudb “calcula” los sueldos a cobrar sobre la base de dos o más cargos, desconociendo la jornada histórica de cuatro horas en el aula, que ha sido siempre la base tomada por el movimiento docente para pelear por el aumento de los básicos y el cargo testigo.

Con ajuste no hay normalidad

La afirmación de Sileoni es tan temeraria como electorera. El ministro de Educación bonaerense tendrá que lidiar con la resistencia docente a la implementación de las cinco horas de clase en Primaria, que llevarían la jornada a diez horas en el aula (dos cargos ) para no caer en la pobreza. Las “cinco horas” son la reforma laboral, disciplinadamente aceptada por todas las burocracias sindicales que integran el Frente de Unidad Docente Bonaerense. Al sobretrabajo agotador que implica el alargue de la jornada laboral se añade la caotización de las escuelas para poder acomodar los nuevos horarios, y las dificultades y obstáculos que tendrán los docentes para poder cumplirlos. Sin duda la respuesta a este golpe al salario y a las condiciones de trabajo será un eje del activismo docente en toda la provincia.

Las declaraciones de Sileoni llaman “normalidad” al cese de los docentes precarizados que tienen contratos a término y por fuera del Estatuto del Docente. Durante el 2022 los docentes del programa ATR fueron un motor de la lucha sentando una organización que volverá a ponerse de pie si el gobierno quiere avanzar con los ceses masivos antes o una vez iniciado el ciclo lectivo. La incorporación de los docentes precarizados a las Plantas Orgánicas Funcionales (POF), con plenos derechos estatutarios, es una bandera que levanta la Multicolor y que la burocracia de Baradel ha entregado por completo.

La “ley de leyes” 2023 de Kicillof no contempla -como parte del ajuste educativo- la creación de nuevos cargos en reemplazo de aquellos que cesen. Por el contrario, si se avanza sobre las Fobas, a los que se les recortan materias básicas, lo que dio lugar a un movimiento de organización y lucha en defensa de la Educación Artística. Pero además el ajuste presupuestario, monitoreado por el FMI para reducir el déficit fiscal, y por el Comité de Acreedores para garantizar el pago de la fraudulenta deuda externa bonaerense, condiciona y limita el plan de obras escolares que marcha a paso de tortuga.

Los mayores fondos para las municipalidades -de uso arbitrario para las intendencias (Fondo Educativo)- fueron no sólo uno de los lubricantes usados por Kicillof para aceitar el pacto del Frente de Todos con Juntos en la legislatura (Presupuesto provincial) sino también una política creciente de descentralización de los recursos para liberar la responsabilidad del gobierno provincial ante la colapsada infraestructura educativa.

 Fortalecer a Tribuna Docente

El 2022 cierra con una contradicción potencialmente explosiva como se puso en evidencia con la masividad de los paros docentes convocados por las seccionales combativas y la Multicolor. En pleno diciembre una numerosa delegación docente de La Plata y Ensenada se movilizó junto al Frente de Izquierda Unidad para rechazar el Presupuesto de Kicillof y Juntos, y para denunciar el rol carnero del Fudb y de la dirección celeste del Suteba que pidió sanciones para los huelguistas que pararon por el salario y contra las reformas antieducativas del gobierno. La próxima batalla será por la paritaria 2023 y para que la burocracia no negocie a espaldas de la docencia. Es necesario ponerle un monto al reclamo para concretar la lucha por un salario igual a la canasta familiar indexado por inflación.

El Congreso Nacional de Tribuna Docente que sesionará a fines de febrero será un laboratorio militante de estas experiencias y de la preparación del no inicio votado por un plenario provincial de delegados Multicolor. El fortalecimiento de Tribuna es un activo fundamental para defender el frente único que representa la Multicolor, y para luchar por una nueva dirección clasista para la docencia, independiente del gobierno fondomonetarista de los Fernández y Massa, y de todos los ajustadores. Vamos al XIV Congreso Nacional de Tribuna Docente, los días 25 y 26 de febrero.