Sindicales

19/12/1996|524

La ‘normalización’ de la CTA

Un comunicado de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), con fecha 10/12, se pronuncia por la “inmediata normalización del PAMI y democratización de su conducción a través de la selección de representantes de los jubilados elegidos por el voto directo y secreto de los mismos, con la participación de los trabajadores y de una representación estatal de carácter parlamentario”.


El planteo soslaya la proporción de los representantes de trabajadores y jubilados en el directorio. La ley 19032 garantiza una mayoría propia al gobierno de turno, mediante 6 representantes, además de la presidencia. En esas condiciones, los jubilados son meros signatarios de la política oficial para el Instituto. En cuanto a la”representación estatal”, no cambia si es parlamentaria, porque actualmente es menemista. En cualquier caso, no corresponde que los intereses propios de los jubilados y de su obra social se subordinen a los del Estado.


En otro punto, la CTA sostiene la posibilidad de “lograr el equilibrio económico y financiero del PAMI sin despido de personal”. Pero, contradictoriamente, propone “eliminar los ñoquis y los agentes designados por favoritismo político bajo las sucesivas intervenciones”, porque: ¿quién decide quiénes son los ñoquis y los privilegiados? La CTA sustituye la lucha contra el saqueo del Pami, por parte del gobierno y los ‘prestadores’, por los despidos selectivos.


Esta política de conciliación con la Intervención tiene su correlato en la posición de ATE en el conflicto, en el cual no impulsó un paro del PAMI, ni convocó a una asamblea general, ni a un plenario nacional, ni planteó la unificación con la lucha del ANSeS, ni ninguna de las innumerables medidas al alcance de los recursos económicos y organizativos de un gremio nacional.


Un plenario de ATE resolvió, la semana pasada, desvincularse de los “autoconvocados”. Esto porque fracasó en su intento de encuadrarlos y ahora ‘molestan’con su demanda permanente de extensión de la movilización, y con su denuncia del carácter fraudulento de la ‘normalización’ en curso.