Sindicales

19/6/2014|1319

La ocupación de Paty y las razones de Pignanelli

La ocupación de Paty y las razones de Pignanelli m


Contra una oferta de indemnizaciones, los trabajadores de Paty ocuparon la planta en defensa de las fuentes de trabajo. Mientras tanto, hay 15.000 suspendidos en la industria automotriz. La burocracia prepara la derrota. Se debe ocupar toda fábrica que suspenda o despida.

Por estas horas los trabajadores de Paty ocuparon la planta ante el cierre de la misma con el consiguiente despido de sus trabajadores. La ocupación es muy importante, porque a los trabajadores se les ofreció “la indemnización de ley”, pero ocuparon en defensa de sus puestos de trabajo, precisamente, lo que está en juego en la Argentina de hoy.

No hace mucho, Pignanelli declaraba: “no me gusta patearle los tobillos a este Gobierno, pero si no se empuja a los actores a que se muevan un poco, en julio vamos a tener una situación explosiva” (El Cronista, 28/5). Al otro día paraba la UOM de Córdoba, sacudida por las suspensiones y despidos en la industria automotriz y autopartista.

Nada cambió, para que la situación “explosiva” no lo sea. Al contrario, en mayo las ventas de autos cayeron un 40 por ciento. Por otro lado la renovación del acuerdo automotriz con Brasil no modifica la ecuación, porque seguiremos exportando allí el 11 por ciento de los autos y ellos seguirán exportando hacia aquí el 44,3 por ciento, pero nada altera hasta ahora la caída en el mercado brasileño y el argentino.

Esta situación derivó en 15.000 suspensiones, una cantidad indeterminada pero enorme de despidos de contratados, también de retiros voluntarios y jubilaciones adelantadas (VW, Lear, etc.), de centenares de recursos de crisis que preparan más suspensiones y despidos a la mitad del costo, y de despidos lisos y llanos, especialmente en autopartes.

El punto entonces es con qué política Pignanelli y el conjunto de la burocracia sindical enfrenta la “situación explosiva de julio”. Para la burocracia del Smata se trata de aceptar las suspensiones, viabilizar los retiros voluntarios y gestionar los recursos de crisis de parte de industrias que ganaron fortunas en el período precedente. La política que definió Capitanich para el sector, o sea el uso por parte de la patronal de los instrumentos legales disponibles para sancionar la crisis, mediante achiques de la planta de personal y aún cierres de turnos y plantas como los que planean VW Pacheco y Peugeot-Citroen.

Mediante esta política el Smata prepara al gremio para la derrota en julio. El caso Gestamp fue emblemático porque la patronal suspendió a 67 trabajadores en particular, negándose a la rotatividad y atacó al sector independiente del cuerpo de delegados. Lo mismo que había hecho Lear el año pasado rechazado por una huelga obrera y más acá Valeo en Córdoba mediante ocupación de fábrica, en ambos casos con triunfos obreros defendiendo el cuerpo de activistas.

Las huelgas y ocupaciones de fábricas ante la ola de suspensiones y despidos, son el método de la clase obrera para frenar de cuajo las suspensiones de hoy que tienden a transformarse en los despidos de mañana. Por ello la patota atacó al sector independiente del cuerpo de delegados de VW, por eso los fraudes y postergaciones electorales en Smata.

Lo de Pignanelli no fue un mero exabrupto, los valientes obreros de Gestamp marcaron un rumbo y la burocracia sindical salió con los tapones de punta contra el activismo.

Hoy Paty pone en claro que la crisis industrial excede en mucho a la industria automotriz. Apoyemos con todo su lucha, que se abran los libros de toda empresa que cierre, que el Estado se haga cargo de la continuidad salarial y productiva de la planta. No a las suspensiones y despidos, reaparto de las horas de trabajo disponibles sin afectar el salario. Asambleas de fábrica y plenarios de delegados con mandato en todos los gremios industriales para defender el salario y los puestos de trabajo, por la anulación del impuesto al salario. Ocupación de toda fábrica que cierre o despida.


Néstor Pitrola