Sindicales

29/6/2006|952

La oposión vino para quedarse

Y debe ir por más

La gran pulseada en estas elecciones estuvo concentrada en las seccionales del Conurbano, y en particular en algunos distritos estratégicos. El holgado triunfo que se apresuró a proclamar la burocracia, por más del 70 por ciento de los votos a nivel provincial, no puede disimular que la oposición antiburocrática derrotó a la burocracia Celeste en General Sarmiento, Lomas de Zamora, Marcos Paz, Las Heras y La Plata, retuvo la conducción.


 


En La Plata le ganó por paliza a la burocracia, a pesar de la operación política de vaciamiento sindical, a principios de año, organizada desde la misma gobernación. Esta operación fue resistida con energía por la conducción gremial que integra Tribuna Docente, incluso frente al sabotaje adicional de agrupamientos de intrigantes, nos referimos, en particular, al PTS. La seccional La Plata se ha constituido, por su combatividad, en una referencia para toda la provincia.


 


Con relación a esta seccional, el aparato gubernamental de la provincia, de los municipios y del Estado nacional se puso a disposición de la burocracia, a la que otorgó centenares de licencias gremiales, centenares de ‘handies’, autos, un despliegue de recursos inéditos que resultaron infructuosos a la hora de la votación. Tampoco le sirvió la manipulación sin disimulo de los padrones y de los fiscales, ni el ocultamiento de credenciales o boletas para hacer publicidad en las escuelas.


 


La movilización de los maestros y principalmente del activismo jugó un papel determinante. Esto se tradujo en la votación más alta de toda la historia en el Suteba (65 por ciento del padrón). Los votos obtenidos en las escuelas neutralizaron a los de las urnas ubicadas en la sedes, depositarias de inflados padrones de jubilados y “afiliados” truchos.


 


Esta movilización del activismo permitió consagrar a la oposición como minoría en las directivas de La Matanza, San Martín y Zárate. En varios distritos, como Merlo, Moreno, San Isidro, Lanús y Almirante Brown la oposición cosechó arriba del 30 por ciento de los votos.


 


La votación, importa destacarlo, refleja en forma parcial la verdadera correlación de fuerzas. En términos de vida gremial efectiva, en lo que se refiere a la composición de las asambleas, número de delegados, presencia en las escuelas y capacidad de movilización, el movimiento antiburocrático tiene un peso mayor al que reflejan las urnas (esto vale especialmente para el distrito más numeroso, La Matanza). Este peso se reflejó en el crecimiento del número de fiscales que reunieron las listas antiburocráticas.


 


Contrastes


 


Esta batalla contra la burocracia celeste sufrió un contraste en Bahía Blanca, que era una de las seis seccionales opositoras. Los sectores del MIC (Movimiento Intersindical Clasista) que conforman la Granate (y de la que forma parte Gandolfo, secretario general de la seccional) se negaron a conformar una lista única con las otras corrientes de la directiva (FOS, PO) -y esto por razones ‘muy sólidas’. El “gandolfismo” evoluciona sistemáticamente hacia la derecha, hacia un acuerdo con la burocracia. El “gandolfismo dejó de formar parte del campo de lucha de los Suteba opositores, apartándose de sus iniciativas y mociones. La victoria del MIC, liderado por Gandolfo, fue vista con complacencia por la conducción provincial celeste. El MST (Alternativa Socialista) apoyó a los derechistas del MIC de Bahía Blanca, en lo que comporta una definición política más general de la tendencia que inició con su alianza con Cafiero y sus esfuerzos por construir un movimientismo apoyado en la derecha de las organizaciones populares. En los pocos distritos en que militan, como San Martín y Escobar, desarrolló una política faccionalista, en especial contra el Partido Obrero, incluso al precio de ofrecerle a la burocracia una victoria que no hubiera logrado si la izquierda hubiera marchado unida.


 


La burocracia logró recuperar la seccional de General Rodríguez, un distrito de un centenar de afiliados.


 


Conclusiones y perspectivas


 


Los resultados de las elecciones del Suteba, con todas sus limitaciones, refuerzan las posibilidades de intervención combativa en la etapa que ingresamos.


 


La burocracia carga con la hipoteca de haber pactado un salario de indigencia y se apresta a movilizarse con el gobierno para imponer una nueva ley que procura rescatar la provincializacion de la educación de Menem y de la dictadura, o sea una muncipalización a corto o medio plazo y una mayor privatización.


 


Las movilizaciones a los consejos escolares, las tomas de colegios por padres, docentes y alumnos por el tema de infraestructura con el correspondiente cese de actividades, que tuvo lugar en mayo-junio, ponen de manifiesto una insatisfacción profunda. La movilización unitaria a la Gobernación del pasado 2 de junio, a pocas semanas de las elecciones, que congregó a más de 1.000 compañeros, indica una reversión de tendencias por referencia al comienzo del ciclo lectivo, cuando la Celeste abortó el reclamo salarial.


 


El desenlace de las elecciones se integra a este cuadro para retomar la iniciativa. Está a la orden el día una campaña por la re-nacionalización del sistema educativo, con un financiamiento del 30% del presupuesto nacional y la gestión educativa en consejos escolares electos y revocables, con la participación de representantes electos de las organizaciones de trabajadores.


 


Las listas antiburocráticas albergan tendencias heterogéneas y hasta con perspectivas contradictorias. Está en debate si construimos organizaciones de lucha basadas en la independencia de clase o vamos con la CTA, representada en algunos de sus sectores, con fuerte tendencia a capitular ante el gobierno. Gandolfo es una advertencia.


 


Tribuna Docente está empeñada en librar, en forma unificada, una gran lucha contra la “segunda Ley de Educación” y por el salario, que debe ser una lucha para desarrollar la alternativa obrera y socialista al planteo oficial, que sigue siendo el planteo del imperialismo.