Sindicales

10/1/2013|1254

La paritaria aceitera en la picota

8.000 pesos de mínimo para todo el complejo

El convenio de los aceiteros vence el 31 de diciembre y suele ser una referencia para las primeras firmas paritarias. En el 2012 lograron un aumento del 26% y un básico de 6.200 pesos.


Ahora, se ha producido una división en la paritaria, resultado de la fuerte presión del Estado y de la cooptación directa de algunos burócratas al gobierno.


La Federación Aceitera solicitó un sueldo básico para la categoría inicial de 7.646 pesos,  el valor del salario mínimo vital según la Universidad Nacional de Rosario. Representaría un 23,3% de incremento.


Para las restantes categorías, el reclamo promedia un poco más del 26%, más otros adicionales como 6.200 pesos por la "participación en las ganancias".


La cámara patronal ofreció el 16% y una suma extraordinaria no remunerativa por única vez de 4.600 pesos. Los dirigentes de la federación afirman que la patronal recibió directivas del Ministerio de Trabajo: firmar por debajo del 20%. Así las cosas, la paritaria está empantanada y la Federación ha salido al paro.


En San Lorenzo


Los dirigentes del Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo, que no están en la Federación, aceptaron un aumento del 19,5 por ciento, por debajo del tope que quiere imponer el gobierno nacional del 20% anual. Una entregada a las órdenes de la Rosada. Reguera, su secretario general, alineado con la CGT de Caló, aceptó el porcentaje a cambio un premio al "presentismo", no remunerativo, y 4.000 pesos de premio anual en negro y no bonificable, lo cual ya había sido otorgado el año anterior a todos los aceiteros.


Reguera justificó el magro porcentaje de aumento con argumentos propios de las patronales: que varias empresas oleaginosas tuvieron una reducción de actividad, algunas están directamente paradas y otras a media máquina, por lo que no se podía pretender más y se que intentará cambiar la fecha en que se discutan futuras paritarias porque siempre a fin de año baja mucho la actividad. También afirmó que el Ministerio de Trabajo no homologaría aumentos mayores y justificó el premio en negro en un acuerdo exclusivo con los empresarios.


El convenio de Reguera choca con el reclamo de la Federación y con la otra CGT de San Lorenzo, orientada por Moyano, que reclama 8.000 pesos para la menor categoría de todo trabajador del Copa (el complejo oleaginoso de la zona), sea efectivo o tercerizado.


El concepto de un mínimo para todos los trabajadores del Copa fue aceptado el año anterior por las patronales, pero con miles de tercerizados y precarizados. Para ello, Reguera creó en el convenio la categoría "AA", que permitió afiliar a los vigiladores y personal de maestranza de las aceiteras. Es decir que, en San Lorenzo, ya hay aceiteros de primera y de segunda, oficializados en el propio convenio.


El reclamo de un básico de 7.646 pesos equivalente a la canasta familiar para la inicial del convenio se ajusta enteramente a las necesidades de los aceiteros y del conjunto del movimiento obrero. Hay que rechazar los intentos de cambiar básicos por presentismo, que es claramente la intención patronal y del gobierno, y reclamar el fin de la tercerización y los contratos precarios, los que ya han costado la vida de varios trabajadores aceiteros en el año, por sus negreras condiciones laborales.


El reclamo de un sueldo integral mínimo para todo el complejo oleaginoso debe ser acompañado por la lucha por el pase a planta, pues las patronales hacen ganancias siderales con este sistema de precarización.