Sindicales

20/9/2012|1240

La paritaria en el neumático: Crónica de un final anunciado

Luego de varios meses de negociación, las patronales del neumático y la burocracia liderada por Pedro Wasiejko han cerrado un acuerdo salarial. Consiste en un aumento del 18% en negro hasta el mes de enero (sobre el neto del salario) y un 23% en blanco a partir del mismo mes. Se agregan 500 pesos, por única vez, “a la firma del acuerdo”.


Para cerrarlo, el Sutna convocó un plebiscito de último momento para, con esta maniobra recurrente, imponer en todo el gremio esta paritaria a la baja. Lo llamativo es el resultado del plebiscito. En las fábricas dominadas por la burocracia, el resultado fue el siguiente: en Pirelli, el “Sí” se impuso 652 a 239 votos y en Firestone 628 a favor del acuerdo y 108 en contra. En Fate, donde históricamente fueron rechazados los acuerdos de la burocracia -e incluso el propio método del plebiscito- en este caso, 543 trabajadores votaron aceptar el acuerdo mientras que 450 optaron por el rechazo. ¿Por qué en Fate se impuso la política de la burocracia?


Una asamblea desarrollada dos días antes del plebiscito había resuelto convocar a los trabajadores a votar por el “No”. Las tibias propuestas de algunos delegados de izquierda (como hacer un corte en la Panamericana) ni siquiera fueron tomadas en cuenta al momento de la votación. Los argumentos de los miembros del Sutna de San Fernando (Lista Negra) consistieron en llamar al voto negativo, “dado que no había ninguna posibilidad de hacer otra cosa”. Es decir que no se trató de una campaña por el rechazo al miserable acuerdo con una propuesta alternativa, sino una vía de escape para no hacer nada.


Esta política se desarrolló durante toda la negociación, donde la única acción de lucha fue un paro convocado por el propio Wasiejko en un día y de dos horas por turno. La parálisis en la cual se encuentra el Sutna de San Fernando es total. La situación quedó a la vista cuando la patronal de Fate despidió a dos trabajadores en el medio de la paritaria y la dirección de la seccional restringió sus reclamos al plano legal. La idea de que “la patronal nos quiere llevar a un conflicto y no se lo vamos a permitir” ha agravado el retroceso en la organización de fábrica y ha permitido el avance de la burocracia violeta, a pocos días de la convocatoria a la elección del cuerpo de delegados.


En este punto, luego de la votación en las elecciones del sindicato (donde la Violeta quedó a sólo 100 votos de la Negra) -y ahora con los resultados del plebiscito- se presenta la posibilidad que la Violeta de Wasiejko se imponga en muchos sectores. Esto se hace más posible aún si se tiene en cuenta que, en varios casos, la Lista Marrón (MAS, PTS) irá con candidatos divididos de la Lista Negra.


Es un momento donde el activismo de la fábrica debe hacer un profundo balance. Para bloquear el avance de la burocracia de Wasiejko, corresponde, en primer lugar, la discusión sobre lo ocurrido en la paritaria, trazar un programa fabril de reivindicaciones, discutir los métodos de lucha para llevarlo adelante y dirigirse con el planteamiento al todo el gremio para interesar al activismo de Pirelli y de Firestone.


La conclusión política de fondo es que el michelismo no es una alternativa a la burocracia yaskista -algo que tuvo expresión en la masiva votación de la Celeste judicial, que se aprecia en ATE y, especialísimamente, en la tercera lista que hoy se presenta en la UOM de Villa Constitución.


Todavía son muchos los trabajadores que creen en la posibilidad de torcer el retroceso de la organización en Fate, lo que constituye una base para una reorganización clasista del activismo. El Partido Obrero se coloca en esta perspectiva.