El martes 20 y el jueves 29 de marzo tuvieron lugar dos importantes movilizaciones de los trabajadores del Subte, con más de 500 compañeros en cada una. Marchamos al Ministerio de Trabajo para reclamar el aumento salarial resuelto en las asambleas.

 

Acorde a las discusiones y debates realizados a lo largo de tres semanas entre los trabajadores y el Cuerpo de Delegados, surgió la propuesta de aumento salarial que contempla una importante reducción en el esquema de categorías (pasar de 14 a 5 niveles) más un aumento del 20% en el nivel más alto luego de incorporar al básico la suma fija no remunerativa que se viene percibiendo desde hace más de un año (500 pesos). A su vez, para lograr una jerarquización y diferenciación de aquellas funciones que pudieran compartir el mismo básico, se plantea una serie de adicionales (plus) que distinguen cierto tipo de responsabilidades (guardia, registro de conducir, trabajo riesgoso, etc.) que van del 5% al 10% según los casos. Por último, se plantea establecer una brecha porcentual fija entre las categorías para dejar estipulado de ahora en más una diferencia inamovible que sirva de patrón en los futuros aumentos. La unificación de los tickets, el aumento de los viáticos y el histórico reclamo del 2% por año de antigüedad, coronan un planteo salarial que aseguraría una canasta familiar de 2.400 pesos netos para la categoría más baja del escalafón.

 

En ambas marchas participó una importante cantidad de boleteros, sector de compañeros que, al calor de la propuesta salarial que los recategoriza, han visto en la movilización un canal de expresión. También participaron muchos trabajadores ex tercerizados que ahora integran las filas de Metrovías, como son los peones de limpieza y los auxiliares de estación.

 

La postura de la empresa Metrovías es extorsiva: obtener una partida de subsidios oficiales para pagar el aumento. Anualmente percibe alrededor de 200 millones de pesos, cifra que supera en casi el doble el costo anual de la masa salarial del personal bajo contrato colectivo de UTA.

 

Los representantes de la dirección de UTA intentaron dejar de lado varios puntos esenciales del pedido salarial, mientras planteaban un exiguo 20% sobre los básicos actuales. Esto motivó un cuarto intermedio para “aclarar los tantos” con la burocracia.

 

En la última audiencia se vivieron situaciones de mucha tensión. Hubo que lidiar con múltiples provocaciones. La primera, de la empresa que ofreció una reducción a 10 categorías y entre 80 y 150 pesos de aumento. A esto se agregó la presencia amenazante de la policía (reforzada con la guardia de infantería) y de punteros de la burocracia que planteaban declarar un paro repentino, sin discutirlo en las asambleas.

 

Finalmente se resolvió esperar la próxima audiencia el miércoles 11 de abril. De no haber una satisfacción a los reclamos salariales, se tomarán las medidas gremiales pertinentes. Resta debatir en profundidad con los compañeros la naturaleza del plan de lucha y cómo desarrollar una campaña hacia la opinión pública y los usuarios.