Sindicales

10/10/1996|514

La patronal viola la ‘conciliación’

Ya han pasado diez días de la “conci­liación obligatoria’’ dispuesta por el gobierno de Córdoba, que retrotrajo el conflicto en Cormec-Fiat, a la situación previa, o sea, la reimplantación del con­venio UOM, la reincorporación de los cesantes y el reconocimiento de los nue­ve miembros de la Comisión Provisoria electa por los trabajadores. Pero la pa­tronal no acepta la existencia de la Comi­sión Provisoria.


Esto se manifiesta en la sustitución de los encuentros oficiales que corres­ponden a la ‘conciliación’, por ‘reunio­nes informales’. Quiere decir que la patronal está violando los términos de la ‘conciliación’ sin recibir por ello la san­ción que le correspondería de parte de la Secretaría de Trabajo.


Otra manifestación de la ilegalidad con que está actuando la Fiat, son las citaciones a los operarios de Cormec a reuniones ‘personales’ con el jefe de per­sonal y de sección, para ‘informarles’ sobre el monto indemniza torio que tienen la posibilidad de percibir, si adhieren al convenio Fiat-Smata, pasando por enci­ma de la representación sindical de la fábrica, que es la Comisión Provisoria.


La campaña ilegal de la patronal no ha sido todavía denunciada, ni política ni administrativamente. Por ahora, tie­ne un eco limitado entre los trabajado­res, esto por el recuerdo vivo de la expe­riencia reciente. En palabras de un tra­bajador de Cormec: “cuando me hicie­ron firmar el papelito aceptando la indemnización y el pase a Fiat Auto, me fui confiado a mi casa y mi señora comenzó a hacer proyectos sobre lo que podíamos hacer con el dinero. Cuando comencé a leer ‘todo’ lo que nos habían hecho fir­mar, es decir las condiciones en que íbamos a trabajar de allí en más, le dije a mi señora: ‘pará, ese dinero no existe si hay que hacer lo que dice este papel’…”. Al día siguiente, aunque todos ingresaron en absoluto silencio, bastó que uno gritara ‘nos quieren convertir en esclavos’ para que corriéramos al playón y decidiéramos la toma.


Las discusiones ‘informales’ se en­cuentran empantanadas, mientras tan­to, porque la patronal reclama que se acepte, primero, el encuadramiento de la planta en el convenio Fiat-Smata, para sólo después considerar los puntos rela­tivos al pase del régimen actual al próxi­mo, las indemnizaciones correspon­dientes y las cláusulas laborales y sala­rios ya establecidos en el acuerdo Fiat- Smata. Un acuerdo de ‘principios’ so­bre el encuadramiento, significaría una victoria total de la patronal, pues logra­ría imponer los puntos básicos de la ‘fle­xibilidad” de los salarios y de las condi­ciones de trabajo.


La Comisión Provisoria plantea, en cambio, empezar por el tema del pago de las indemnizaciones, que la patronal pre­tendió pagar en cuotas en el conflicto anterior, y el traspaso de todo el personal.


Pero no hay que engañarse: el conflic­to gira sobre la aceptación del Convenio Fiat-Smata; ninguna maniobra o rodeo podrá soslayar este asunto. Vistas los cosas con realismo, la política adecuada de la parte obrera debería ser, según nuestra opinión, plantear el pliego inte­gral de reivindicaciones de los trabajado­res, es decir, los términos de un convenio con Fiat, por parte de los trabajadores, incluido el pago de eventuales indemni­zaciones o el reconocimiento explícito en el texto de los derechos de antigüedad e indemnizatorios de la totalidad de los obreros, de acuerdo a la ley vigente al momento que fueron contratados (un mes por año, preaviso, vacaciones).


Para resumir nuestro punto de vista digamos que hay que denunciar la con­ducta ilegal de la Fiat de no reconocer a la Comisión Provisoria, exigir las re­uniones oficiales y públicas, y presentar el pliego de reclamos (y que la patronal muestre sus cartas).


Su política y la nuestra


La última oferta empresaria, antes de la desocupación de la planta, consistía en una garantía salarial del 90% del salario del trabajador de CORMEC, pero que representaba una reducción mucho mayor del salario percibido porque eli­minaba la bonificación por antigüedad (un derecho adquirido por los trabajado­res) y los adicionales por categorías (que no corren en el convenio Fiat). En esa propuesta, la garantía cesaba al cabo de 24 meses y se aplicaba el salario FIAT al desnudo, un 50 % por debajo de las esca­las de CORMEC. Fuera del ‘piso’ sala­rial, planteaba la totalidad de las cláusu­las esclavistas del convenio y dejaba la “comisión de aplicación”… en manos ¡del Smata!


Rechacemos el convenio Fiat y planteemos un convenio propio. Es lo que reclama toda la clase obrera luego de la última huelga general, es decir, nada de ‘flexibilización’ y sí aumento de salarios. Recordemos que el gobier­no decidió ‘suspender’ la embestida patronal contra los trabajadores de Cormec ante la inminencia del paro general (“Si Cormec hubiera per­manecido ocupada durante la huelga general -decíamos en Prensa Obrera, 3/10-, Fiat habría tenido que desistir de aplicar su ‘conve­nio’ por bastante tiempo en lugar de conformarse con la ‘concilia­ción obligatoria'”). La huelga gene­ral fue un inmenso pronunciamiento contra la “flexibilidad laboral” (el convenio Fiat), que paralizó el país por los mismos objetivos reivindicativos de los compañeros de Cormec y ha conmo­vido profundamente a la clase obrera cordobesa.


Por eso planteamos, también, la ne­cesidad de formar en Córdoba un Co­mando Obrero contra el “convenio Fiat”, que una la lucha de los trabajado­res de CIADEA contra la Polymon, de los de Luz y Fuerza contra la destrucción de su convenio, de los docentes contra la ‘reforma’ educativa. Que los sindicatos, las internas, el Moas, el CTA, el MTA firmen un compromiso por el rechazo al convenio Fiat, la defensa de los conve­nios y paritarias con paritarios electos por la base, un inmediato plan de lucha en toda la provincia y en el reclamo a la CGT de un plan de lucha nacional inme­diato.