La decisión del gobierno provincial y las autoridades de la Dirección General de Escuelas de no trasladar a las horas extras, viáticos y movilidad el aumento provincial de salarios desató una inmensa lucha, la que durante 18 días seguidos realizó movilizaciones diarias, de más de 300 trabajadores -algunas de ellas de más de 400- y una movilización a la Gobernación acompañada por Juntas Internas y delegados antiburocráticos, además de asambleas generales que todos los días decidían el curso de las acciones.

La lucha superó una cantidad de obstáculos como la amenaza de descuentos, la brutal represión de la infantería con gases, balas de goma y palazos que quiso impedir la realización de una asamblea para que se firme un acta de las direcciones provinciales de los sindicatos estatales UPCN, Soeme y ATE, al cual no contemplaba ninguno de los reclamos de la lucha y que tenía como objetivo la finalización de las protestas.

Una lucha muy combativa y antiburocrática que empalmó con el clima de lucha que se vive en la provincia y en la región, con epicentro en la huelga de judiciales, profesionales de la salud y luchas por plus salariales en el Registro de las Personas, Seguridad, Desarrollo Social y Personería Jurídica. La noticia de la reapertura de las negociaciones para los judiciales fue recibida con gran algarabía.

Una lucha muy compleja porque tiene como razón de fondo el cuestionamiento del acuerdo paritario estatal aceptado por UPCN y Soeme, rechazado de palabra por ATE sin organizar el rechazo, es decir aceptando, porque si no se organiza el rechazo, se acepta. Una lucha muy dura, porque de ganarla abriría entre los estatales una catarata de reclamos salariales que pondría en jaque el intento de clausurar la lucha por el salario hasta 2012.

La lucha de Educación Sede conmovió al activismo estatal independiente, desenmascaró a la burocracia sindical, votó la consigna de la reapertura de las paritarias y paritarios electos en asamblea, además puso de relieve la necesidad de extender la organización para encarar la nueva fase de la lucha que se viene.