Sindicales

13/3/2017

La Plata: los choferes de la Línea Este vuelven a la lucha contra nuevos despidos


La lucha de varios meses de los choferes platenses de la Línea Este contra los despidos y la precarización laboral y por el llamado a elecciones de delegados gremiales tiene un nuevo episodio a partir de esta mañana. 


 


Los compañeros comenzaron una retención de tareas y ocuparon la cabecera de la línea en la ruta 11, dando así inicio a un paro indeterminado.


 


Luego de la importante huelga librada entre octubre y noviembre del año pasado, en el que los trabajadores lograron –incluso habiendo sufrido la represión y provocaciones de la gobernadora Vidal y del intendente Garro– que la empresa firme un acta en la justicia comprometiéndose a resolver positivamente los reclamos, no solo se ha incumplido la misma, sino que se han sumado nuevos embates patronales.


 


Siguen los ataques


 


En lo que va de 2017, la patronal dio de baja varios contratos, como una reprimenda antisindical contra activistas de aquella huelga, mientras que en el mes de febrero la patronal despidió a tres trabajadores efectivos. 


 


A su turno, los choferes habían librado una fuerte lucha meses atrás por el no pago a trabajadores con carpetas médicas; ahora, la situación se ha generalizado, suspendiéndose los pagos para el conjunto de quienes poseen estas licencias, incluso cuando están reconocidas por las ART.


 


La patronal pone en riesgo la seguridad de los trabajadores y del conjunto de la población: los choferes no tienen tiempos de descanso y se fuerza al cumplimiento de frecuencias imposibles, mientras los micros no tienen las condiciones adecuadas y cuentan a menudo con exceso de pasajeros. El déficit de seguridad e higiene también se manifiesta en el no acondicionamiento de la cabecera existente, que no cuenta con condiciones mínimas –¡los trabajadores carecen de baños!–, y en que la patronal no ha colocado las otras cabeceras, terminales y paradores que corresponderían para los diferentes recorridos.


 


Organización y lucha


 


Sigue presente el reclamo de las elecciones de delegados gremiales, uno de los motores fundamentales del conflicto. Junto a la firma del acta que prometía mejorar las condiciones y  reincorporar a los despedidos, existía el acuerdo oral de que se llamaría a los comicios en marzo. Sin embargo, la burocracia de la gremial de transporte UTA se ha negado a convocarlos, buscando bloquear cualquier emergente en el sindicato que se oponga a su política de entrega.


 


Los choferes han manifestado que permanecerán en la cabecera hasta recibir una respuesta por parte de la empresa.