Sindicales

12/11/2019

La presencia de Gustavo Béliz en la CGT y los discursos sobre el cambio tecnológico

El plenario de secretarios generales de la CGT contó con asistencia casi perfecta; incluso Moyano y sus socios de Frente Sindical que habían amenazado con no participar  terminaron yendo “para no dinamitar puentes con la nueva gestión”.


El “acto” fue una confirmación de la alianza de poder que construye Alberto Fernández, del que las cúpulas sindicales son una pieza clave.


También participaron gobernadores, intendentes bonaerenses y algunos “futuros funcionarios”, como los presentó Héctor Daer en su bienvenida. Entre ellos un renacido Gustavo Beliz, el ex funcionario menemista devenido kirchnerista, que en 2004 se vio obligado a dejar la Argentina y el Ministerio de Justicia por haber mostrado en TV el rostro de Jaime Stiuso.


Fernández concurrió a reforzar el proceso de reunificación de la CGT y trazar algunas líneas sobre los cambios que promoverá en los convenios colectivos. Junto al reparto de cargos sindicales en aéreas estratégicas: Trabajo y Transporte, y el congelamiento de las paritarias (que no convence a la mayoría de los gremios) la modificación de los convenios está en el tope de la agenda laboral que se está negociando.


Como observó  un periodista, todo lo que Fernández adelantó en su discurso es lo que ya está consensuado.  Luego de señalar que la dirigencia sindical "va a ser parte del Gobierno que viene” el presidente  electo remarcó, entre otras cosas, que el objetivo del pacto que impulsa es "diseñar las políticas del futuro" y que la CGT debe ser “un centro de educación tecnológica para capacitar a los trabajadores y los jóvenes”. “No tiene sentido luchar contra lo imparable”, remató.


Una coincidencia total con el "Plan Productivo 20-23" presentado por la Unión Industrial Argentina un mes atrás: "la transición hacia la industria 4.0 impone la necesidad de adecuar las relaciones industriales al contexto de cambios disruptivos en las formas del trabajo”. En esa misma ocasión Antonio Caló, Secretario General de la UOM, informó que el gremio ya viene trabajando en un borrador de modificación del convenio colectivo de trabajo para presentar a las cámaras empresarias. Luego de esas declaraciones varios dirigentes como Rodolfo Daer de la Alimentación confesaron su vocación de adaptar los convenios colectivos  a los tiempos tecnológicos que vivimos.


Las  empresas tecnológicas no se reducen a los unicornios como Mercado Libre, Despegar o Globant; existe unas 2.200 Pymes que proveen soluciones a rubros como logística, energías renovables o software, agrupadas en la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL). 


“La entidad – declaró uno de sus directivos –  viene trabajando desde hace tiempo en proyectos con la Universidad de San Martín”. La universidad de los pagos del “ministeriable” Gabriel Katopodis es la cuna del think-tank albertista; de allí salieron  Matías Kulfas y Mercedes Marcó Del Pont, entre otros.


"Los integrantes del equipo de Alberto Fernández ya tienen muy estudiado a nuestro sector. Las cadenas de valor que hay que recrear deberán tener algún tipo de injerencia estatal".


Aquí es donde entra Gustavo Beliz. Durante su largo retiro Beliz se dedicó a estudiar las transformaciones en el mundo del trabajo desde su puesto en el Banco Interamericano de Desarrollo y siempre muy relacionado con la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que dirige el monseñor argentino Marcelo Sánchez Sorondo.


Su presencia en el acto de la CGT fue interpretado como “un mensaje a los muchachos” de que “habrá que barajar y dar de nuevo para encarar este momento crucial”.


Es que detrás de toda esta verborragia sobre la capacitación para el futuro se esconde la tentativa de avanzar sobre derechos convencionales cuya expresión agravada es lo que ocurre con los trabajadores de reparto o de servicios; la “uberización” que Alberto Fernández le achacó a Macri en uno de los debates presidenciales, será una de la batallas fundamentales de la próxima etapa.