Sindicales

8/8/1995|459

La privatización del agua y la cloaca: una lucha de buitres

En el año ´93 Angeloz empezó a concretar una de sus mayores operaciones de entrega del patrimonio provincial: la concesión de agua y cloacas de la ciudad de Córdoba hasta el año 2025. El principal impulsor de las privatizaciones es el Banco Mundial, que ya en 1991 envió una carta apurando al entonces presidente de EPOS (hoy Dipas) para que privatizara sus servicios, dado que el préstamo otorgado a la empresa (Nº 2641-AR/Subproyecto Epos) imponía “una solución global e institucional” (privatizadora); o sea que son mentiras las afirmaciones del ex secretario general del Sipos (Sindicato Personal de Obras Sanitarias), Luis Bazán, de que el Banco Mundial recomendaba que fuese el Estado el que se encargara de los servicios de saneamiento. Esta afirmación figura en la campaña publicitaria “No nos lavemos las manos”, televisiva y gráfica, con lo que indujo a la confusión de que el Banco Mundial no era el responsable de la privatización.


Debido a las presiones del sector de Mestre y Martí (intendente de la ciudad de Córdoba), Angeloz dividió a la ex Epos en dos partes: sector Cloacas y sector Agua. Las cloacas fueron transferidas al Municipio y el agua quedó en la órbita provincial, a la que le sumó la Dirección Provincial de Hidráulica, a los fines de que la privatización fuera más rentable. En el caso del agua, Angeloz tiró el anzuelo de la “iniciativa privada”, que fue rápidamente mordida por Bazán, que convocó a la formación de una Cooperativa de la que se colocó como síndico; a partir de ese momento se acabó la lucha contra la privatización, reemplazada por agencias publicitarias, y abolidas las asambleas que permitían la libre discusión.


En diciembre de 1994, y a partir de su asociación con los corruptos del gremio (caso del tesorero y otros integrantes de la Comisión Directiva), y para ocultar el despojo a los trabajadores de más de 180.000 dólares a lo largo de dos años, de no realizar balances, el manejo de los fondos y la destrucción del patrimonio de nuestro gremio, Bazán renunció a la secretaría general y dejó una comisión títere, pasando a funcionar en las sombras y sólo en lo referido a los “negocios” relacionados con la privatización.


La privatización de Angeloz y Menem


Finalmente Angeloz retira el anzuelo de la “inicativa privada” (léase cooperativa), y convoca a una licitación abierta para el agua, un negocio con una facturación de aproximadamente 100 millones de dólares anuales. La licitación es a dos sobres; el primero es la propuesta técnica y el segundo, la económica. Se presentan los grupos más concentrados de la economía argentina asociados a grupos multinacionales (operadores del servicio); éstos son: Aguas Cordobesas (grupo Soldati, Lyonesse des Eaux, Banco de Galicia, etc.); Aguas Mediterráneas (Roggio con la Themes Water Overses Inglaterra, etc.); Northumbrian (de Inglaterra); y Saur Internacional (grupo Macri). En la apertura del primer sobre (28/3/95), Aguas Cordobesas obtiene la mayor clasificación y por más de 6 puntos supera a Roggio, quedando fuera del negocio el grupo Macri.


Bazán, en una asamblea trucha, se hace nombrar asesor del sindicato y en la asamblea general del 6/3/95, ante la denuncia de la lista Verde, confiesa que está negociando con Benito Roggio, pero que es “sólo a los fines de defender a los compañeros que intentan pasarse al área privada”. A esto se le debe sumar que el ex jefe de personal de la Dipas y hoy gerente de Roggio, Sr. Fiori, y otros personajes concurren asiduamente al gremio a negociar con Bazán sin que se sepa exactamente qué. A partir de aquí, los dirigentes del sindicato convocan a no luchar contra la privatización y sólo a enfrentar las cuestiones reivindicativas inmediatas. Cualquier medida de lucha contra la privatización propuesta en asamblea general es inmediatamente abortada, negando todo debate, en base a una “genial” estrategia que dice tener Bazán, ligada a una serie de denuncias acerca de la corrupción relacionada con la privatización. A tal fin Roggio crea un lobby con la participación de Bazán, de los concejales Terreno, Sixto Ceballos (menemistas), los diputados Lamisosky (ex presidente del Banco Israelita), Tejeda, Olivero, Novillo Corvalán y Miguel Correa (burócrata de la CGT Chacabuco), todos ellos del justicialismo (UFS), a los que se le suman los diputados ultramenemistas y los de la UCeDé, que solicitan la suspensión de esta privatización (La Voz del Interior, 9/6/95). A partir de la constitución de este lobby, Bazán presenta una denuncia ante la fiscalía del menemista Pérez Villalobo, acusando a la Comisión Adjudicadora del delito de corrupción y el diputado Lamisosky cuestiona judicialmente el proceso licitatorio; el fiscal promueve la causa, la que no ha sido resuelta todavía pero que ha suspendido este proceso licitatorio. La interrupción beneficia especialmente a Roggio. (1)


La privatización de Martí y Mestre


Martí tomó con gran entusiasmo la transferencia a la órbita municipal del servicio de cloacas, ya que con una pequeña cantidad de personal (160 compañeros, aproximadamente), el negocio creció a pasos agigantados, duplicando la tarifa en menos de tres meses.


El 26 de mayo de 1994, Luis Bazán firmó el acta-acuerdo con el municipio que permite a los trabajadores transferidos renunciar al convenio 3858/86, con lo que destrabó el principal escollo para la posterior privatización. El personal transferido queda totalmente flexibilizado y a merced del futuro grupo privado (Roggio).


Ante este triunfo, Martí se lanzó a pergeñar el proyecto de una falsa “sociedad mixta con mayoría estatal” para la cloaca, a la que agrega el agua a pesar de que ya estaba en curso la licitación de Angeloz. Bazán pasa a ser el principal operador de Roggio y se convierte en un propagandista fanático de la “municipalización”. La Voz del Interior (14/9/94) titulaba: “Autorizan creación de sociedad mixta para las cloacas y el agua”,  y a renglón seguido: “El Concejo Deliberante aprobó el proyecto en primera lectura”. Más adelante, con el título: “Propiedad de las acciones”, especificaba que el capital de la “sociedad mixta” va a estar constituido en un 45% por el capital privado, en un 51% por el municipio y en un 4% por el personal transferido (inferior al PPP de Menem). Plantea que, al cabo de 4 años, el 15% del capital del municipio podría ser transferido al sector privado (con lo que perdería sentido la “sociedad mixta con mayoría estatal”). En cuanto a la administración, plantea un directorio de 9 miembros (5 por el municipio, 3 por los privados y uno por los trabajadores), pero la clave está en el gerenciamiento: dos gerentes por los privados y uno por el municipio.


Con el título “Acuerdo del sindicato”, La Voz del Interior del mismo día publicaba las opiniones de Luis Bazán: “Debemos reconocer que este proyecto de economía mixta ha receptado una serie de observaciones que lo mejoran y lo hacen más aceptable para una perspectiva de saneamiento organizado en una empresa mixta”, tras señalar que “esta solución es la menos peor”. Agrega el diario: “Bazán se pronunció contra el proyecto de concesión del agua potable, que se instrumenta a nivel provincial y consideró que la iniciativa municipal es esencialmente superadora a la alternativa absolutamente irracional que plantea la Provincia, agregando luego que hasta Martí reconoció que su correligionario comete un grave error al pretender entregar el agua a grupos privados”.


Algunos datos de la historia de Roggio. La revista Mercado (5/95) aclara: “Es un secreto a voces que hasta hace muy poco Roggio estuvo caminando por la cuerda floja” y que “a pesar de los aciertos que le permitieron facturar 400 millones en 1994 … conocieron la frustración en lo que pinta como el negocio del siglo: quedaron afuera de la licitación del agua y la cloaca para la Capital y el Gran Buenos Aires. Sin embargo, no perdieron mucho tiempo y a través de su empresa Aguas Mediterráneas se apropiaron de la empresa de Tucumán y están probando suerte en Mendoza y Santa Fe”, y empujando fuertemente en Córdoba a fin de quebrar las pretensiones del grupo Soldatti y del grupo Macri. El libro Los dueños de la Argentina II, de Luis Majul, comenta en relación a la recolección de la basura en la ciudad de Córdoba, lo siguiente: “Roggio fue el principal sponsor de la campaña de Eduardo Angeloz para la gobernación de Córdoba y de Mestre para la intendencia, (y que) Clima (Roggio) no existía hasta que a Mestre se le ocurrió rescindir el contrato de la municipalidad con Aseo (Macri). Aseo cobraba por tonelada de basura levantada y no un monto fijo por cuadra, Clima estuvo levantando la basura por cuadra hasta que Aldo Roggio se dio cuenta de que con ese sistema empezaba a perder millones de dólares; ahora Clima hace su trabajo con el mismo método que lo hacía Aseo. Clima factura hoy cerca de 1.500.000 de dólares y pelea por seguir recogiendo las 30.000 toneladas de basura que 1.300.000 cordobeses acumulan mes a mes”. Roggio, en un reportaje en el mismo libro reconoce que Mestre dio a su compañía la posibilidad de “acceder a un nuevo negocio”.


Bazán, síntesis de corrupción, doble discurso y entrega


El Sipos fue el laboratorio de ensayo de la acción que luego desarrollaría este verdadero monje negro de las privatizaciones en el ámbito del sindicalismo burocrático a nivel provincial. El profundo entrelazamiento de Bazán con la privatización explica que fuera el principal impulsor de la tregua de Primatesta y la quiebra del plan de lucha en el momento más álgido.


El relevo de Angeloz por Mestre abrió la puertas del negocio del agua y la cloaca a Roggio; por eso Bazán quebró la Coordinadora y llamó a los trabajadores de Dipas a “hacer funcionar a fondo las cajas recaudadoras” y a empujar por una pronta “municipalización del agua” (léase privatización), levantando todo tipo de acción gremial. Estas actitudes llevaron a Mestre a declarar en un programa televisivo que Bazán “es un dirigente inteligente que entiende la situación por la que pasa la provincia”.


También son de destacar los dobles o triples discursos de este “combativo”, como sus declaraciones al periódico Propuesta del Partido Comunista (29/6), en donde usurpando títulos se declara secretario general del Sipos para mostrarse a continuación como miembro activo de la Corriente Político Sindical de Liberación, a pesar de reconocerse en numerosos reportajes de La Voz del Interior como miembro del Moas y proclamar, por otro lado, su participación activa en el CTA.


En  esta nota, se declara ferviente combativo, adjudicándose cuanta lucha pasa por Córdoba. A dos días de esta nota, en connivencia con Primatesta, y luego de haber jurado en un plenario abierto de la Coordinadora de Gremios Estatales que iba a impulsar el paro del jueves 29, lo levantó traicionando junto al resto de los dirigentes de la Coordinadora los mandatos de lucha).


Luego del ascenso de Mestre, en Dipas se ha expulsado a compañeros contratados con más de 15 años y aparecieron de nuevo los ñoquis … después de que Luis Bazán y la conducción títere del sindicato se cansaron de explicar que apoyaban “algunos puntos” de la Ley de Emergencia porque permitiría eliminar a los ñoquis. Ahora se blanquea a los ñoquis y se echa a trabajadores reales.


En la última asamblea, Bazán leyó un extenso plan de “saneamiento” de la empresa y le miente a la gente diciéndole que será tratado en una entrevista con Mestre, quien ha declarado que “no cogobierna con ningún sindicato”. Lo que se avecina es la privatización lisa y llana de sus servicios, con la complicidad de Bazán en caso de que sea “municipalizada”.


La privatización de Dipas (en cualquiera de sus variantes: la de Angeloz-Menem-Soldatti o la de Mestre-Roggio-Bazán) traerá aparejado un nuevo ataque a los trabajadores y al pueblo cordobés. La lucha que se abra en torno a ella encontrará a Bazán en la vereda de enfrente de los intereses populares. El activismo y la vanguardia deben sacar todas las conclusiones para enarbolar la verdadera propuesta surgida del conjunto de los trabajadores, que no es la del Banco Mundial, sino la de una empresa estatal, dirigida por sus trabajadores y al verdadero servicio del pueblo.