La respuesta docente al discurso presidencial


La Presidenta de la Nación, en su discurso en la Asamblea Legislativa, anunció que las clases comenzarían normalmente en todo el país. Señaló los logros educativos como el trasfondo de un inicio normal del ciclo lectivo. Recordó, en el comienzo del gobierno de Néstor Kirchner, su viaje a Entre Ríos para levantar una larga huelga de los docentes de esa provincia. Justamente, los maestros entrerrianos comenzaron el lunes 2 de marzo un paro de una semana, enfrentando al gobernador K Uribarri y a la burocracia celeste de Agmer. Los docentes de Adosac, en Santa Cruz, pararon 48 horas, porque el gobernador Peralta planteó 0% de aumento. En Tierra del Fuego, el Sutef paró por 48 horas, no sólo por el salario, sino también por una reforma previsional antiobrera que la gobernadora Fabiana Ríos quiere imponer. En Santa Fe, la provincia de la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, los docentes de Amsafe votaron por una diferencia de más de 3.000 votos contra la moción de la burocracia de Ctera, y están en un plan de lucha de 48 horas por dos semanas, en rechazo del aumento ofrecido por el gobernador Bonfatti. En La Rioja, la oficialista AMP también convocó al paro. En Chubut, Santiago del Estero, Formosa y Chaco hubo paros parciales, convocados por sindicatos opositores. En Córdoba, la dirección desalotista de la UEPC acordó con el gobernador, violando los mandatos de asamblea, lo cual provocó una masiva reacción, expresada en dos marchas de repudio de alrededor de 5.000 docentes. En Salta, la asamblea autoconvocada de los Docentes Unidos de Salta rechazó la propuesta de Urtubey y convocó a una jornada de no inicio con las modalidades que resolviera cada departamento provincial. En Capital, la dirección de UTE rechazaba el acuerdo pero igual iba a dar clase, defendiendo su pacto con Macri, el sindicato Ademys paró por 24 horas. Finalmente, en la provincia de Buenos Aires se desenvolvió un paro masivo de 72 horas convocado por la FEB, las seccionales multicolores de Suteba y otros gremios, que promedió el 80 por ciento de acatamiento provincial, a pesar de la acción rompehuelgas del Suteba, que se sumó a los funcionarios de Scioli en la agria tarea de presionar a los docentes para que no paren. Doce provincias en conflicto y un repudio nacional al acuerdo de un salario inicial de 5.445 pesos para marzo y 6.000 para agosto, firmado por la Ctera en la paritaria nacional. Todo ello, a pesar de que todos los gobernadores echaron lastre. El silencio de la prensa sobre este proceso de lucha ha sido evidente, e incluye, en primer lugar, a la “corpo”.