La Rioja: En un escenario polarizado, nuestros primeros pasos


Las elecciones riojanas concentraron la atención, pues, por primera vez en su historia, el PJ estuvo amenazado con perder la elección frente a una alianza radical-macrista-massista encabezada por Julio Martínez. La elección se polarizó hasta tal punto que entre estas dos alternativas de los grandes intereses de La Rioja obtuvieron el 92% de los votos. Triunfó Casas, el candidato del gobernador Beder, con el 53,92%, mientras Martínez obtuvo el 38,16%.




Ambos se valieron del sistema de colectoras hasta tal punto que una nota del portal Infobae informó que en estas elecciones uno de cada 53 electores en La Rioja eran candidatos a algún cargo. Sólo para ilustrar, en la capital, Martínez tenía 13 colectoras y Casas unas 30.




La votación del Frente de Izquierda




En el caso del PO, esta fue la primera elección en la que el Partido participa con candidatos en todas las categorías. En este último período las energías militantes estuvieron consumidas en el esfuerzo por conseguir la personería electoral, que finalmente logramos. Hemos dados pasos muy importantes que van a apuntalar nuestro desarrollo al abrir una sede importante en la capital y otra en Chilecito. Al calor de la agitación realizada, hemos logrado acercar a una gran cantidad de compañeros y, ahora, tenemos la apuesta de duplicar las fuerzas organizadas y militantes, una cuestión clave para enfrentar las Paso donde deberemos vencer el piso proscriptivo -en 2013 ese objetivo se logró- y ser así la expresión del único polo que enfrenta a los candidatos del ajuste y que, a nivel nacional, se referencia en la fórmula Altamira-Giordano.




El triunfo de Casas -candidato de un gobierno jaqueado innumerables veces por grandes movilizaciones ambientalistas, por una rebelión nunca vista en La Rioja de la juventud universitaria, y de innumerables conflictos sindicales- se explica por el carácter impotente de toda la oposición patronal.

La visita de Scioli y Macri, en los días previos a terminar la campaña, clarificó el direccionamiento político de los dos sectores. Martínez se mostró con Macri y luego con Massa y eso le jugó más en contra que a favor a su discurso “progre” contra la megaminería. La mayoría de los principales referentes de las asambleas ambientales fueron en la lista de Martínez y terminaron perdiendo con el bederismo en Famatina y Chilecito, símbolos de esas luchas.




Scioli respaldó a Beder y su candidato pero, sobre todo, sorprendió que, sin disimulo, reconoció a Carlos Menem como su maestro político, haciendo un reconocimiento no por el pasado, sino por el rol presente de Menem, clave para arbitrar en la interna del PJ que consagró a Casas como el candidato del gobierno.

En el análisis importa el balance de lo ocurrido en la Capital, por el peso que tiene en todo el escenario de la provincia. Allí, Beder Herrrera y su candidato Casas lograron imponer el triunfo de su candidato Paredes Urquiza sobre los candidatos de las colectoras del actual intendente K Quintela, quien en algún momento llegó a liderar las encuestas a gobernador, pero, presionado, fue obligado a bajarse de toda candidatura.




El nuevo gobierno de Casas se va a tener que enfrentar a una enorme crisis política y social y un cuadro fenomenal de descomposición política del estado. Ya están anunciado un plan de lucha en la salud, están en curso movilizaciones de los precarizados. La corrupción, que en la gestión de Beder alcanzó niveles nunca vistos, van a ser superados con la llegada de Bosseti, hoy ministro de Infraestructura, dueño de la empresa constructora más grande de La Rioja que se encarga de toda la obra pública y que ahora será vicegobernador.




A su vez, Paredes Urquiza, el intendente electo, es un funcionario que va a tener que pasar por la justicia, comprometido con la causa de corrupción por los dos helicópteros que chocaron, dejando 10 muertos, en Villa Castelli, de los cuales uno pertenecía al Estado y era usado de forma ilegal por una empresa que pertenece al propio Paredes, hoy ministro de Gobierno.




En este escenario, el Frente de Izquierda, conformado en la provincia por IS y el PO, obtuvo una votación relativamente marginal, pero se posicionó como la tercera fuerza, triplicando los votos del PC (la fuerza de izquierda tradicional) y del MST. Las visitas de Giordano, primero, y del diputado nacional Pablo López, después, ampliaron la llegada en los medios.