Sindicales
28/7/1993|397
La situación está al rojo vivo
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Los empleados públicos cordobeses siguen en lucha. La Dirección Provincial de Educación hace 36 días que está parada; los trabajadores de la ex Dirección Provincial de Hidráulica (ahora fusionada con la ex Epos en la Dipas) han salido al paro por tiempo indeterminado ante el incumplimiento patronal del acta de reconocimiento de la equiparación salarial con los trabajadores de la ex Epos; también hay asambleas y paros en el Ipam y la Dirección de Arquitectura, a los que se suman paros parciales en el Banco de la Provincia y el posible no inicio de las clases por los docentes provinciales.
Todas estas luchas tienen un denominador común: el reclamo salarial. Con salarios, en su mayoría, de 350 pesos, la administración angelocista está llevando a la miseria a los trabajadores estatales; la generalización de los redamos refleja la inviabilidad de la política gubernamental. En el medio del destape de los chanchullos y negociados con los fondos públicos a través de las empresas estatales y del Banco de la Provincia, la lucha de los trabajadores ha cobrado fuerza y argumentos y ha llevado al gobierno a un callejón sin salida: pretendió hacer frente a los reclamos con promesas de arreglos por dependencia para evitar una lucha única y un desgaste de tos trabajadores con comisiones y “cuentos”, y terminó rodeado por los conflictos.
Es evidente que el paro general de todos los empleados públicos e incluso el paro provincial se caen de maduros. Sin embargo, tanto la directiva del Sep, como la recientemente reconstituida Coordinadora de Gremios Estatales “se hacen los sotas” y miran para otro lado (más precisamente a las promesas de ser tenidos en cuenta por el gobierno para la “reformulación del Estado provincial’). La asamblea de los trabajadores de la Dirección de Educación votó el reclamo de un “paro de advertencia” para que el gobierno cumpla con las actas firmadas y de satisfacción a todos los reclamos de los trabajadores en conflicto. Ese es el camino, marcha a una lucha común de todos los trabajadores estatales de Córdoba, que quiebre la política angelocista.