La Asamblea de Atlántida reclamó ante la directiva del SGA que sacara una solicitada —con el planteo votado en el plenario de delegados de que no se editarían en otras imprentas las publicaciones de Atlántida— como una forma de romper el cerco informativo al que los capitalistas dueños de las imprentas y editoriales han condenado el conflicto de Atlántida.

Pero la solicitada que finalmente sacó Ongaro no reproduce esta resolución, votada en el plenario de delegados. En su lugar plantea que “los trabajadores de Atlántida tienen prioridad para seguir haciendo las publicaciones de la Editorial”, como si esto fuera una pelea entre trabajadores y no una maniobra patronal (ya que se trata de la misma planta y la misma patronal) para terminar con los salarios y conquistas e imponer la flexibilización laboral.

No se trata de reclamar beneficencia a los Vigil (“Todo el pueblo argentino sabe que Constancio Vigil tiene medios para garantizar muchas veces 272 empleos”, dice la solicitada), sino de defender los derechos y la fuente de trabajo de los trabajadores. Se trata de poner en marcha lo votado en el plenario de delegados: los trabajadores lucharán para que en ningún taller se editen publicaciones de Atlántida en conflicto.