Sindicales

28/11/2002|782

La tercera ocupación de Brukman

A las 6 menos 10 de la mañana del domingo 24, decenas de policías del Grupo Halcón con sus rostros tapados por pasamontañas, acompañados por una flotilla de autos con policías de civil, tanques hidrantes y carros de asalto, irrumpieron en la fábrica Brukman. Junto a ellos estaban los patrones y un grupo de carneros que los acompañaba. El operativo respondía a una resolución judicial que ordenaba restituir la fábrica a los Brukman. Acusaba de “usurpación” a los obreros que han garantizado la permanencia de la fuente de trabajo frente al vaciamiento patronal.


 


Reacción obrera, patronal en fuga


Pasadas las 8 de la mañana había ya un centenar de compañeros en defensa de la fábrica bajo gestión obrera, contenidos por las vallas policiales que cortaban la avenida Jujuy en los dos extremos de la cuadra. Comenzaron los cánticos: “Brukman es de los trabajadores…”. Alrededor de las once horas, cuando los manifestantes sobrepasaban los quinientos, la Guardia de infantería recibió ordenes de replegarse. Minutos después, una multitud de compañeros reingresaba a la fábrica, nuevamente en manos de los trabajadores.


A las 18 horas, se realizó una Conferencia de Prensa y Acto con la presencia de más de mil compañeros de las asambleas populares, del Polo Obrero y otras organizaciones piqueteras, de centros estudiantiles y de partidos de izquierda. Como antes en Lavalán, la movilización de Brukman puso de manifiesto el espíritu combativo y revolucionario de las asambleas populares y las organizaciones piqueteras. La presencia de delegaciones de fábricas ocupadas (Grissinópoli, Chilavert y otras) evidenció la necesidad de conformar un frente de lucha de fábricas ocupadas para su defensa y para marchar hacia su total expropiación y plena puesta en marcha bajo la dirección de los trabajadores. “Reclamemos el desprocesamiento de los 6 compañeros de Brukman, acusados de usurpación, de persecuciones penales a los luchadores obreros. Cárcel para los vaciadores, usurpadores y ladrones patronales”. Néstor Pitrola, en nombre del Polo Obrero, señaló en su discurso que la marcha que el siguiente martes 26 iniciarían las organizaciones piqueteras levantaría este reclamo.


En su retirada, la policía, los Brukman y sus compinches destruyeron máquinas, rompieron instalaciones y se robaron el “corazón” de la producción: una computadora que almacena los “cortes” de tela para la confección de ropa. Se llevaron también importante documentación de una oficina que estaba precintada, a la espera de una revisión conjunta con la Justicia para verificar las prácticas fraudulentas de la patronal. Así, los Brukman “recuperaron” la fábrica para huir, tan sólo dos horas después, con las “pruebas del delito”: como nunca, se revelaron como verdaderos “vaciadores” que deben ser expropiados.


 


La perspectiva planteada


La ofensiva lanzada por la patronal de Brukman, consumada a través de este allanamiento policial, actualiza la necesidad imperiosa de avanzar en la expropiación de la empresa. Los trabajadores han presentado un petitorio de cuatro puntos, que plantea la expropiación de Brukman, una garantía salarial y un subsidio a cargo del Estado, y el carácter de proveedor privilegiado de la Ciudad para la fábrica. Consciente de esta situación, la patronal de Brukman está operando en los pasillos legislativos para bloquear el tratamiento del tema. La nueva orden judicial de allanamiento muy probablemente tenga que ver con estas gestiones.


Es necesario retomar y profundizar la lucha contra los poderes del Estado, para garantizar el salario obrero, el financiamiento de la gestión obrera y la colocación de los productos –que apuntan a superar las limitaciones de las expropiaciones aprobadas hasta el momento–, y la expropiación de la empresa.