La dirección de la UOM Córdoba está partida en dos fracciones, una entongada con el convenio Fiat (Almada), y la otra opuesta, aunque sólo en un terreno declamativo (Salluzzo). Ahora, ante la ‘conciliación obligatoria’ que les ‘devuelve’ la representación de los trabajadores de Cormec, sigue empantanada. Ambas fracciones presentaron “sendas notas reclamando la representación gremial de los operarios de la ex Cormec”, una pidiendo ser parte en las negociaciones entabladas en el marco provincial (Almada), y la otra planteando la “incompetencia de la Subsecretaría de Trabajo de la provincia” y pidiendo el pase del conflicto al Ministerio de Trabajo de la Nación (Salluzzo), lo que colocaría la negociación en manos de Lorenzo Miguel.

A la burocracia sólo le preocupa la ‘jurisdicción’, es decir, sus intereses. Ninguna dice que hay que reivindicar una “paritaria y convenio discutido por los trabajadores de Cormec, con sus propios representantes”. Esto debe dar lugar a una intensa agitación por la asamblea general para enfrentar la política sin salida de la dirección de la UOM Córdoba.