Sindicales

1/5/1997|537

La verdad sobre la UOM Villa Constitución

Carlos Gallo presentó a Alberto Piccinini (UOM Villa Constitución) ante una asamblea de Fiat como el orientador de la lucha y la ocupación de Acindar, años atrás, contra la ofensiva ‘flexibilizadora’ de la patronal. La culpa no la tiene Gallo, pero la historia real es otra. La lucha a la que se hace alusión se cerró con un ‘acta acuerdo’ en mayo de 1991, y la “solución del conflicto de Acindar” determinó que la semana bursátil culminara “en un marco de gran animación y firmeza” no dicho por el PO, sino por La Nación (12/5/91). El ‘acta acuerdo’ estableció el reingreso de los trabajadores cesanteados “conforme a las necesidades operativas y del mercado y dentro del programa de modalidades y métodos de trabajo explicitados en el establecimiento” (La Capital, 10/5/91). Esto significó el reingreso de obreros ‘flexibilizados’, suspensiones rotativas para un sector y el despido de otros, bajo la forma de ‘retiros voluntarios’. El subsidio que percibieron los suspendidos y cesanteados durante 180 días, fue bancado por los propios trabajadores de Acindar, porque el ‘acta acuerdo’ estableció la ‘consolidación’ de todas las deudas salariales de la empresa con los trabajadores, con una ‘quita’ de hasta el 40%. Para consumar la aceptación de esta acta, la conducción de Villa desmovilizó la lucha en su plenitud, levantó los piquetes que bloqueaban el ingreso de los jerárquicos a la planta y preparó la ‘solución final’ que contó con la presencia de Lorenzo Miguel. Los ‘métodos polivalentes’ rechazados en masa por los trabajadores antes del conflicto, y el propósito patronal de producir un 30% más de acero por trabajador, fueron impuestos de este modo.