Sindicales

19/11/2009|1109

“La vida por Moyano”

Versión MST

El diario Perfil publicó un reportaje al delegado Segovia del subte (15/11; versión digital), que pertenece al MST.

Preguntado sobre la conducta de la CGT, el delegado responde: “Si todos los sindicatos fueran como el de Moyano, el país sería otra cosa. Pero no tiene que velar sólo por los camioneros. Si están contra los monopolios de los medios, en el sindicalismo tiene que ser igual”. ¿Qué tal?

El problema de la Argentina es que todos los sindicatos son como el de Moyano: cajas negras, flexibilidad laboral, como en el convenio de Oca, Andreani, etc., donde se ha introducido el salario por piezas y las vacaciones fraccionadas, las patotas de Madona Quiroz o de los asesinos de Beroiz –tesorero camionero de Rosario–, negocios empresarios como Covelia o el Belgrano Cargas (donde Moyano está asociado a Macri), y una CGT que defiende a Daer contra Kraft y a Fernández contra el subte.

En cuanto a la oposición a los monopolios de prensa no se sabe si Segovia se refiere a la ley de medios K o los recientes grupos del aparato que bloquearon la salida de los camiones de los diarios. Si se refiere a estos últimos, los socialistas no podemos confundir los piquetes de obreros que se organizan y luchan, con los grupos de choque del aparato camionero que sustituyen la organización de clase para lograr algunos reencuadramientos con patotas que cuentan con el amparo oficial. Los primeros son parte de un proceso de lucha, de emancipación de la explotación patronal, los segundos son un instrumento de la regimentación.

En lo de Segovia se advierte una política clásica del MST: la de orientar las luchas obreras hacia la presión a la burocracia, al “embretamiento” decía su fundador Nahuel Moreno, no hacia una nueva dirección clasista.

Más adelante dice, sin que se lo pregunten: “Yo no quiero que el Gobierno se caiga, pero le exijo que cumpla lo que promete”. Que sepamos, el gobierno nunca prometió el reconocimiento del sindicato del Subte. ¿Por qué embellecerlo? La trampa de Segovia es la personería a la CTA, a la cual muchos ex morenistas quieren llevar al Subte.

Finalmente, el MST hace responsable a la izquierda de las dificultades de las luchas obreras, siguiendo el ejemplo macartista de Luis Zamora: “Tengo muchas diferencias con la izquierda. El problema es que los trabajadores se organizan, pero los partidos de izquierda protegen sus aparatos y no se unen. Aprendamos de la derecha y del campo, que se unieron por sus intereses”. No sólo se unieron la derecha y el campo, sino también se les unió la izquierda sojera.

Nada más dividido que la derecha y nada más antiobrero que la unidad de la Mesa de Enlace de la patronal del “campo”. El punto, Segovia, no son los “aparatos”, sino la política de la izquierda, que lo único que no tiene es aparato pero, en cambio, le sobra oportunismo. El punto, es si la izquierda se planta como alternativa política independiente, en función de la autonomía política de la clase obrera, o como furgón de cola de Pino Solanas “que no quiere unirse” (según el MST) o de la CTA que no hay gobierno capitalista del que no se enamore: la Alianza, el Consejo Consultivo de Duhalde y los transversales de Kirchner.