Al gobernador Sancho y al intendente Martinelli, reconvertido del radicalismo, no les dejan de llover los reclamos.

Dos semanas de lluvias, nieve y escarcha produjeron una nueva movilización, esta vez contra las condiciones de las calles. Hubo caravanas, convocadas por taxistas y trafics escolares y una numerosa marcha de más de 300 personas.

Este invierno en evidencia años de falta de inversión. A pesar de los grandes negocios de la obra pública, no hubo solución a la falta de asfaltado; ni qué hablar de la red cloacal.

En la localidad donde las petroleras se llevan las mayores ganancias, los pobladores no tienen asfalto ni red de cloacas. Con las lluvias fuertes, muy comunes en la zona, barrios enteros quedan aislados.

No hay plata para las obras en los barrios. Tampoco para los salarios. Pero sí hay para dar una exención impositiva a las actividades mineras durante 30 años. También hay plata para construir el Dique Los Monos, que llevaría agua dulce a las petroleras para que puedan sacar hasta la última gota de los pozos (recuperación secundaria). Todo esto sin mencionar la contaminación que producen estos proyectos.

Las lluvias han vuelto a dejar en claro en favor de qué intereses se gobierna en Las Heras y en toda la provincia.

Reclamamos un plan de obras públicas, solventadas por las operadoras, bajo control de los trabajadores y vecinos. Para arreglar las condiciones de las calles y extender la red cloacal.