Sindicales

14/6/2012|1226

Las luchas obreras del puerto marplatense

Que la crisis la paguen los capitalistas del pescado

El blanco de las Cámaras Patronales del Puerto marplatense está centrado ahora en la larga huelga de los marineros, a la que denuncian por "ilegal" (el sindicato Simape no está reconocido) y por "extorsiva", debido a los piquetes y bloqueos. El libreto de las patronales sigue el guión escrito por Cristina Kirchner. Los 80 días de paro de los marineros son la respuesta obrera a los topes salariales fijados por el Gobierno. Pero, además, en este conflicto se juega la representación de la organización gremial. Los marineros del Simape son amplia mayoría frente al Somu, el cual juega como "caballo del comisario" de las paritarias con cepo. La marginación del Simape forma parte de la política de regimentación sindical del gobierno.


Las cámaras y el Ministerio se apuraron a firmar con el Somu una paritaria miserable, de poco más del 20 por ciento de aumento en cuotas, y a saludar la "responsabilidad" de este sindicato frente a la "grave crisis que vive el sector pesquero y portuario". La huelga de los marineros del Simape nació como una reacción contra este acuerdo leonino. En su inicio, la dirección sindical reclamaba el 30 por ciento de aumento en una sola vez; ahora dice estar dispuesta a acordar el mismo porcentaje que el Somu si se le da cabida al Simape en la negociación. Su dirigente, el "Gato" Novero -ex funcionario provincial del Ministerio de Trabajo-, declaró estar dispuesto a aceptar también acuerdos por buques (sin la firma del sindicato), si se mejora la oferta salarial.


A la par que reclaman una "solución política" al conflicto, el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (Cepa) y la Cámara de Buques Pesqueros de Altura juegan a dos puntas. Piden la intervención del gobernador y de la intendencia para que pongan fin a la "ilegalidad" de la huelga y, simultáneamente, presionan sobre la conducción del Simape para que se baje del conflicto (Novero milita en el campo del sciolismo).


Con la huelga del Simape se repite lo ocurrido con los paros y con los piquetes de los estibadores y de los obreros navales: las cámaras responsabilizan a las huelgas obreras por el parate del puerto y les adjudican pérdidas millonarias -de entre 7 y 10 millones de dólares en los últimos cuatro meses. Pero el "terrorismo patronal" oculta que, desde noviembre, el procesamiento de pescado está semiparado como consecuencia de la caída de las exportaciones a Europa -principalmente, a España-, y de los problemas cambiarios con Brasil. Agitan la crisis en favor de una devaluación y para mantener más de 4.000 fileteros en negro. Desde hace meses, miles de compañeros del Soip (fileteros) están cobrando un subsalario en las plantas en blanco y nada en las coopetruchas. Esta crisis ya provocó la movilización de trabajadores en negro enrolados en un sindicato K, quienes piden 1.500 pesos de subsidios, los que fueron reprimidos en las puertas de la Legislatura -con el Soip oficiando de patovica de Pulti.


Frente a la crisis planteamos el apoyo a todas las luchas obreras por el salario, empezando por los marineros del Simape. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Garantía horaria para todos los que están sin trabajo o con recortes y un subsidio de emergencia equivalente a un salario mínimo para todos los compañeros de las "cooperativas". Blanqueo y efectivización de todos los compañeros en negro. Reconocimiento de la jubilación a todos los trabajadores del puerto. Impuesto extraordinario a los grandes capitales pesqueros y armadores para sostener estos reclamos.