“Telefónica cerró el primer semestre del año con ganancias récord a nivel mundial y, según la compañía, gran parte de ese resultado se debe a sus operaciones en Latinoamérica” (El Cronista, 31/7).

Sólo en la Argentina, ese pulpo facturó 662 millones de euros (907,7 millones de dólares o 2.831 millones de pesos).

En esos seis meses, Telefónica obtuvo en el mundo ganancias netas por 3.830 millones de euros, un 66,4 por ciento más que en igual periodo del año pasado y diez puntos por encima de las previsiones de la mayoría de los analistas.

Al presentar sus balances, la empresa informó que ha invertido en América latina 1.131 millones de euros (1.549 millones de dólares), un 32,5 por ciento más que en igual lapso de 2006. En la Argentina, favorecido por sus acuerdos leoninos y monopolistas con los gobiernos que se sucedieron desde la privatización de la ENTel, ya superó la barrera de los 12 millones de clientes.

Además, también en nuestro país, Telefónica registra 659 mil clientes de Internet de banda ancha, un incremento del 62 por ciento.

Ése es el pulpo que niega a sus trabajadores un 25 por ciento de aumento (que significa, en los hechos, un aumento apenas por encima de la inflación real), que mantiene fuera de convenio a los compañeros de los call-centers y saquea las arcas nacionales.