Las últimas horas del conflicto

Mar del Plata


El miércoles 1 se conoció el acta firmada en el Ministerio de Trabajo de la provincia, por la cámara Cipa (ahora rebautizada Caipa), el Soip y delegados efectivos y en negro del corte.


La agrupación Bordó allí hizo pública su posición: “Esta propuesta ya la rechazamos, no firmamos el acta”. Llama a redoblar la movilización y reitera el reclamo de paro a la CGT y CTA. La asamblea, con unos 400 compañeros, en el corte tiene un solo orador y una sola propuesta: se rechazan por unanimidad los términos del acta. La CTA discute con los delegados los términos de una contrapropuesta: un plazo menor (de 60 días para la comisión de regularización), la aclaración de que los obreros sólo admiten el convenio 161/75, la incorporación de un delegado por planta (de Giorno) a la comisión, y que sea “resolutiva”. Llegan “datos confidenciales” que todos conocen: está la orden de desalojo.


Hay una enorme movilización de efectivos de Prefectura, y todas las policías. Ordenan el cierre de los comercios de la zona céntrica del puerto y el centro comercial aledaño a uno de los cortes. Se rechaza un recurso judicial de “amparo” en defensa de los trabajadores. Sobre la noche telefónicamente se comunica por parte de la delegación que negocia un acuerdo de un “95%” de satisfacción a los reclamos. Ya en el corte, ante unos 500 compañeros, el abogado de la CTA plantea que se “reúna cada delegado con su gente” para resolver. Ante el reclamo de asamblea, es forzado a leer el acta final. Informa pero sin leer textualmente algunos párrafos. Al terminar se desencadena un caos de euforia que hace imposible la continuidad de la asamblea. El corte llega a su fin con cánticos referidos a algunos “dirigentes” del Soip y vivas a los delegados.