Sindicales

5/4/2020

Latam quiere reducir un 50% los salarios de sus trabajadores 

La empresa ganó u$s420 millones en los últimos 30 meses

La Pista

La patronal de LATAM se ha puesto a la cabeza de la ofensiva patronal contra los aeronáuticos. El 15 de marzo, a través de una videoconferencia, su CEO Rosario Altgelt  anunciaba la decisión del grupo internacional de reducir los salarios en un 50% desatando, aún antes de la cuarentena, una campaña de presiones sobre los trabajadores para que aceptaran "voluntariamente" la rebaja. 


Frente aste atropello, los sindicatos Aeronáuticos Unidos y la AAA (aeronavegantes) se limitaron a pedirle a LATAM que guardara las formas y que siguiera el curso legal convocando a los gremios a una negociación, en línea con la orientación general de toda la burocracia sindical.


Verdaderas mentiras   


El 3 de abril LATAM presentó un pedido formal al Ministerio de Trabajo anunciando sus pretensiones que incluyen suspensiones por 3 meses, planteando que " la emergencia actual provocada por el COVID 19,  afectará definitivamente el empleo del personal que se desempeña en la empresa" dado que "al comenzar 2020 estábamos previendo nuestro cuarto año consecutivo de pérdidas en todos los negocios (doméstico, regional e internacional)". 


Pero resulta que recientemente "a través de un comunicado, Latam indicó que los ingresos del año pasado "alcanzaron los u$s10.430 millones, mientras que la utilidad neta (rentabilidad) de la compañía fue de u$s190,4 millones, cifra mayor a los u$s181,9 millones registrados en el 2018"  en que los ingresos llegaron a los u$s10.368 millones (Infobae 3/3). 


Se estima que, en los últimos 30 meses, superó los  u$s420 millones de ganancias, lo que le valió la compra de un 20% de sus acciones por Delta , para fortalecer una expansión que parecía no tener techo y que se apoyaba en una destrucción de las condiciones de trabajo en todos los paises donde opera. 


Su crecimiento vertiginoso se inicia antes de la fusión de LAN con TAM cuando el kirchnerismo permitió su ingreso a los vuelos de cabotaje a pesar de la legislación vigente, cediéndole un hangar en Aeroparque, llegando a quedarse con el 24% del mercado de pasajeros que pertenecía a Aerolineas Argentinas. Por esta operación Lan fue condenada en Estados Unidos por el pago de coimas, reconocido por la empresa, causa que en Argentina tiene preso al ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime y procesado al secretario general del sindicato de los técnicos aeronauticos.


Qué abran los libros


"Sin el respaldo de los gobiernos la industria aeronáutica no resiste", le respondió Altgelt a Longobardi, anotándose primera en el "paquete de $380.000 millones de ayuda a las empresas para evitar despidos" ( Clarin 31/3), que saldrá del ANSES o sea de los bolsillos de los jubilados.


"Neoliberal" para obtener ganancias, LATAM  quiere asociar al Estado y sobre todo a sus trabajadores en las pérdidas.


La campaña de LATAM se embandera cínicamente con la "defensa de los puestos de trabajo", muletilla que ya escuchamos a la burocracia sindical y a oficialistas y opositores a la hora de impulsar reformas laborales antiobreras. 


La patronal camporista de Aerolineas ya anunció que va en el mismo sentido. Quieren usar la pandemia para dar un golpe decisivo a las condiciones de trabajo y salariales de un sector altamente calificado de trabajadores que tienen a su cargo un servicio imprescindible para la conectividad de un pais como Argentina.


Basta de robar. Que se abran los libros contables a una Comisión obrera elegida democráticamente. Si LATAM no gana lo que solía hacerlo que renuncie a una parte de sus ganancias y si amenaza con despidos masivos o con no seguir operando, que sea estatizada, centralizando toda la actividad (lineas y aeropuertos) en función de las necesidades del país. 


Si se excluye la voracidad empresaria y se pone a los trabajadores aeronáuticos al mando, se podrá brindar un servicio a la necesidad de las mayorías populares. Para que ello ocurra debemos intervenir.


La cuarentena y el parate económico están siendo utilizados por la patronales aéreas (y las burocracias) para mantener desorganizados a los trabajadores. Asi avanzan los atropellos: Bajan salarios en Flybondi, intentan lo mismo en los free shops, despiden y suspenden en Gate Gourmet, proveedora del catering, frente a la pasividad de los gremios. 


Sin embargo allí donde se resiste se pone limites. En la última semana la patronal de GPS tuvo que reincorporar a dos compañeros despedidos de Ezeiza luego de una extraordinaria campaña de adhesiones en las redes sociales que recogió centenares de firmas.


La indignación recorre los sectores y los compañeros comienzan a organizarse a través de teleconferencias, denunciando cada ataque patronal en los grupos de watsap. Asi se han impuesto condiciones sanitarias para las tareas esenciales quebrando la desidia de todas las empresas en el cuidado de sus empleados. 


Vamos por más. La salida está en nuestras manos.