Sindicales

30/10/2003|823

Libertad sindical no, regimentación

El Ministerio de Trabajo difundió una resolución de “libertad sindical” para que Ate y Upcn, entre otros, puedan intervenir en cualquier jurisdicción de la administración pública.


Hasta ahora la legislación laboral establecía que si un sindicato local, por caso en una provincia o un municipio, conseguía la personería gremial, tanto Ate como Upcn, por ejemplo, perdían la personería en ese espacio y quedaban sólo como sindicatos inscriptos. Ahora, “no perderán su personería gremial (ni sus correspondientes derechos a designar delegados y a discutir convenios colectivos de trabajo) en desmedro de otra mayoritaria, con la condición de que reúnan, como mínimo, el 10% de sus afiliados” (La Nación, 22/10). La medida refuerza el poder de Ate y Upcn, totalmente integradas al Estado.


Según Página/12, la decisión atacaría por elevación a una de las fuerzas de Duhalde: “A los gremios menores les quita el monopolio de la representación de los trabajadores de algunos municipios”, “sindicatos (que) están afiliados a la CGT oficial y concentrados en la Confederación de Obreros y Empleados Municipales (Coema), cuyo máximo referente es el ex jefe de gabinete Alfredo Atanasof” (25/10). Pero el hombre de Duhalde no ha fijado posición en contrario, entre otras razones porque la propia Coema puede llegar a servirse de esta misma “libertad” frente a los sindicatos chicos que no le respondan.


¿De qué se habla?


Para Víctor De Gennaro, la decisión del Ministerio es, lógicamente, un avance de la libertad sindical (suya).


Ha lanzado, además, una campaña para que la norma de “libertad sindical” se expanda al sector privado. No denuncia, sin embargo, que en este ámbito rigen los convenios por empresa, de modo que la “libertad” que pregona es funcional a la destrucción del sindicato por rama de industria.


El movimiento obrero necesita una nueva dirección.