Sindicales

21/3/2001|699

Llamamiento de los desocupados del cordón industrial de San Lorenzo

Los trabajadores abajo firmantes, desocupados de distintas localidades del Cordón Industrial, hacemos un llamamiento urgente (…) a organizarnos en forma independiente (…).


Nos seguimos considerando trabajadores (…).


Muchos de nosotros fuimos utilizados por los distintos funcionarios y “punteros” políticos en cada campaña electoral. Fuimos usados y engañados (…).


Los nefastos Planes del tipo Trabajar, que muchos aceptamos para paliar en parte el hambre, fueron disminuyendo paulatinamente hasta la mínima cantidad actual.


(…) Se avecinan las elecciones (…) y (…) plantean “re-empadronar” a los desocupados del país. Es decir, (…) establecer un nuevo “clientelismo político”.


Por esto es urgente organizarnos en forma independiente de toda esta camarilla (…).


Por esto planteamos:


• Obligar a las grandes patronales a darnos trabajo estable y en blanco. Sobre todo, porque se han enriquecido con todo tipo de subsidios, créditos blandos y entrega del patrimonio nacional (como YPF-Repsol, que encima vende el combustible más caro del mundo).

• Disminución de la jornada laboral, sin disminuir los salarios, para crear nuevos puestos de trabajo (otro turno laboral). O bien, repartir las horas de trabajo disponibles entre todos los trabajadores (ocupados y desocupados) sin afectar los salarios.

• Seguro al desocupado mayor de 16 años de 500 pesos.

Mientras tanto, en forma inmediata:


• Actualización y publicación de los padrones existentes de desocupados, incorporando a los que no figuran, bajo control de los mismos desocupados.

• Anulación de todas las deudas con el Estado.

• Eximición de todo tipo de impuestos hasta que no tengamos trabajo estable.

• Entrega gratuita de todos los útiles y materiales necesarios para nuestros hijos que estudian, como así también el transporte, en cualquiera de los tres niveles educativos.

• Atención gratuita e integral de la salud de nuestra familia.

• Bolsones de alimentos, suficientes en cantidad y calidad para garantizar la nutrición equilibrada de nuestra familia y que nos permita no aflojar en la lucha.

Que el dinero necesario salga de un impuesto especial a las grandes patronales y fortunas personales. No pago desconociendo la deuda externa.


Ningún despido más, plena estabilidad de los trabajadores ocupados, legalización de todas las relaciones laborales temporarias y precarias. Salario mínimo vital y móvil de 600 pesos.


(…) Exigimos de las centrales sindicales nacionales un inmediato paro nacional de 72 horas, para darle continuidad al del 23 y 24 de noviembre de 2000, y armar un Plan de Lucha nacional sin treguas ni concertaciones.