Sindicales

12/12/1996|523

Los choferes enfrentan una gran crisis patronal

Se abre un período de grandes conflictos en el transporte automotor. Ya han comenzado conflictos emergentes de la tendencia de la mayoría de las empresas de desconocer aspectos importantes del convenio de UTA. Por otro lado, avanzan las convocatorias de acreedores, las fusiones de empresas, los intentos de formar ‘cooperativas’ truchas y ‘legales’. Está instalado el trabajo a destajo, bajo la forma de pago por kilómetro, por vuelta o por boletos cortados.


Ante el derrumbe del ‘plan Cavallo’, las empresas de transporte que habían hecho su agosto a costa del premeditado hundimiento del ferrocarril, ahora se ven perjudicadas por otros ‘efectos’ de la misma política de ‘privatizaciones’. La ‘desregulación’ instaló miles y miles de remises en las calles. La desocupación, que ya trepa a los cuatro millones, ‘complementó’ la caída de pasajeros, pero el tiro de ‘gracia’ es el repunte notorio, diario, de miles de usuarios que vuelven a los trenes privatizados.


Los planes y las disputas capitalistas


Históricamente, las empresas de transporte compitieron contra el ferrocarril en manos del Estado. Al calor de esta competencia surgieron grandes líneas de transporte, verdaderos pulpos que competían con los distintos ferrocarriles. Así se desarrollaron líneas como la tradicional 60, la 148 (El Halcón) o Transporte del Oeste, compitiendo con el Ferrocarril Mitre, Roca y Sarmiento. Son estas líneas, precisamente, las que comienzan a entrar en crisis.


Sucede que ahora ya no hay más competencia contra el Estado. Son los mismos dueños de empresas de colectivos los que tienen en sus manos el ferrocaril. La readecuación del transporte está pensada para sustituir los largos recorridos de colectivos por trayectos cortos desde el tren a las barriadas. Este proceso va hacia el boleto combinado con el tren o con el subte. Esto ya ocurre en el ferrocarril Urquiza.


Esta perspectiva ha desatado una gran crisis entre distintos grupos capitalistas que pugnan por quedarse con este fabuloso negocio de combinar colectivos, subtes y trenes. Se están formando UTES (uniones transitorias de empresas) para negociar con los dueños de las líneas ferroviarias; pero las condiciones de los patrones ‘ferroviarios’ son leoninas, pues se quieren quedar con las empresas, o con el dominio de su dirección en caso de fusiones, a sabiendas de que, a la larga, las líneas de extenso recorrido están condenadas.


Golpes a los trabajadores


Las fusiones de empresas, las convocatorias de acreedores, las ‘cooperativas’, todas tienen el común denominador de desconocer los convenios. Ya hace un año, la 148 se lanzó a reclamar un nuevo convenio, la rebaja salarial y la tercerización, que fue rechazada por los trabajadores. Como represalia, los acreedores la tienen contra las cuerdas para quedarse con los colectivos y adaptarlos a distintas zonas del Sur del Gran Buenos Aires. Situación similar tiene Transporte del Oeste, que ha entrado en convocatoria de acreedores por el mismo motivo, y la 60, sólo para nombrar a algunas importantes.


Los acreedores reclaman que se desmantelen las grandes estructuras, se liquiden talleres y estaciones de servicios particulares, que se los tercerice, llevando el sueldo de un gomero, que hoy gana lo mismo que un chofer, a un 50% de su actual salario. La otra ventaja del desguace es que permitiría a las nuevas empresas ‘formalmente chicas’ a acogerse al régimen de PYMES, evadiendo impuestos y con convenios especiales.


Se abre una gran lucha para todo el 97 alrededor de esta cuestión. Las empresas aducen la necesidad de la ‘defensa de la fuente de trabajo’ para desconocer los convenios. Para los trabajadores, se plantea la defensa del convenio, evitar la ‘tercerización’ y cualquier tipo de ‘cooperativa’.


La dirección de la UTA, muy enfrascada en posar de combativa en el MTA, está dejando pasar los grandes golpes patronales. Pero no son todas flores para patrones y burócratas: hay un importante proceso de elecciones de nuevas internas en la UTA, en las grandes líneas, 148, TDO, 176; comienzan a aparecer cuerpos de delegados de lucha, que van a dar batalla. Como lo señala el último boletín gremial de los trabajadores de Transporte del Oeste: “Con estos patrones, con éstos y otros, o con nuevos patrones nosotros defendemos: 1) El convenio de la UTA, 2) No aceptamos tercerizaciones, no aceptamos rebajas salariales. No aceptamos cooperativas ‘truchas’ ni ‘legales’, pues ya vivimos la experiencia de la 98, donde se engañó a los trabajadores con el cuento de que serían ‘Nuevos patrones’…” (Boletín 8 de los trabajadores de TDO).