Los docentes de la ciudad votaron en el día de ayer, en el marco de una asamblea de más de 700 docentes convocada por Ademys multicolor de carácter abierta, un paro de 72 hs. El 6 y 7, ya decretado por la Ctera a nivel nacional debido a la falta de paritaria nacional y el 8 para plegarnos al paro internacional de mujeres. Esta instancia reflejó la inmensa disposición a luchar de la docencia, cansada de los pactos entre las burocracias sindicales y el macrismo.

 

Con un planteo de continuidad y con demandas propias a nivel local, la dirección multicolor tomó en sus manos la organización de la docencia para enfrentar el ajuste y los ataques del gobierno, que está convocando a rompehuelgas por las redes.

 

 Así, en el marco de un plan de lucha por el salario y condiciones de trabajo, Ademys convoca efectivamente al paro internacional de mujeres, garantizando que las compañeras puedan participar en las acciones planteadas para ese día. No se puede decir lo mismo de la Ctera, por ejemplo, quienes al igual que la CGT y CTA adhieren de forma simbólica a la jornada, dejando que cada provincia lo defina, tratando de diluir la jornada.

 

Esta lucha se expresó con claridad en el pasado plenario de UTE-Ctera, conducido por la lista kirchnerista celeste, quienes se negaban a reconocer los mandatos de escuela que planteaban el 8 como día de paro. Posteriormente tuvieron que mocionar que tomarían dicho planteo para el congreso de la Ctera, que finalmente se ajustó al libreto de tregua con el gobierno. Pero el debate en las escuelas continúa, porque las docentes quieren parar.

 

¿Cómo no parar el 8 M?

 

Las trabajadoras de la educación conforman en un 80% el gremio docente. ¿Cómo no parar por el derecho más elemental del salario equivalente a la canasta familiar, por condiciones de trabajo, por la extensión de las licencias de maternidad y paternidad, si realmente queremos socializar las tareas de crianza? ¿Cómo no parar por la reglamentación de la licencia por violencia de género que fue conquistada pero de la que aún no se puede hacer uso; por las vacantes en los jardines y escuelas públicas; por educación sexual laica y científica, por el desmantelamiento de las redes de trata que se lleva a las estudiantes de las escuelas?

 

La lucha de las compañeras docentes, en primer lugar de Tribuna Docente y el Plenario de Trabajadoras, ha servido de campaña en las escuelas y asambleas docentes para mostrar la responsabilidad que tienen el Estado, los partidos patronales y las direcciones burocráticas en la situación de la mujer trabajadora. Para vencer la violencia social que sufre la mujer, apostamos por la unidad de la clase obrera contra un régimen social que oprime y a su vez divide a los explotados entre sí.

 

Vamos compañeras a las calles, a enfrentar el ajuste de Macri y los gobernadores.