Sindicales

16/2/2017

Los empresarios reconocen que sigue la ola de despidos

Miles de cesantías y cierres de empresas en enero


Por si quedaba alguna duda, el propio ex presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y titular de la Cámara de empresarios del Plástico, Héctor Méndez, reconoció que sigue sin pausa la ola de despidos. Dijo que empresarios de su sector le informaron “que muchas compañías ya están despidiendo a más del 20% de su personal”.  


 


En el mismo sentido, un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) indica que, en el curso del mes de enero pasado, hubo 3292 despidos, lo que llevó a un total de 205.697 cesantías desde que Mauricio Macri asumiera el gobierno. Un documento preparado por una treintena de sindicatos, entre ellos el bancario, eleva ese total a más de 450 mil.


 


Además, el CEPA destaca que el sector industrial se ha visto particularmente sacudido desde septiembre último y que en los cinco meses que van desde entonces hasta enero último el total de despidos en este sector alcanzó a 27.101 trabajadores.


 


En medio del “acuerdo” para que “no haya más despidos hasta el mes de marzo próximo”, firmado en noviembre pasado por el gobierno, los empresarios y la burocracia de la CGT, en este primer mes del año no sólo se computaron miles de cesantías, sino que también cerró una gran cantidad de empresas de los más diversos sectores. Entre ellas, dos plantas de Alpargatas (San Luis y Florencio Varela), Georgalos, Herzo (Puma), Cerámica San Lorenzo, la productora de llantas para automóviles Mefro Wheels y Banghó. Y, claro, está el intento de la patronal de Clarín de dejar en la calle a casi 300 trabajadores gráficos de AGR.


 


El cuadro suma gravedad porque muchas de las empresas que cierran no pagan siquiera las indemnizaciones u ofrecen porcentajes lejanos de lo que corresponde. Entre ellas está, por ejemplo, la multinacional alemana Mefro Wheels, que tiene actividad diseminada por infinidad de países y factura anualmente miles de millones de dólares.


 


Además, la ola de despidos tiene una amplitud y una profundidad mayúscula porque incluso alcanza de lleno a los denominados parques industriales -como el de la provincia de San Luis, por ejemplo-, donde se instalaron muchas empresas para aprovechar las grandes exenciones impositivas que les ofrecían aun cuando, en muchos casos, se trataba simplemente de armadurías.


 


El secretario general del sindicato ceramista dijo que en enero hubo centenares de despidos en su sector y que actualmente el 50% de los trabajadores de la actividad está suspendido. Por su parte, la Asociación de Trabajadores Argentinos de Centro de Contactos de Córdoba, provincia donde se concentraron muchos call centers del país, denunció “seis mil despidos y un incremento en la flexibilidad laboral”.


 


La burocracia cegetista ahora “descubrió” que los empresarios no cumplen con los acuerdos pactados, pero esto no la hace sacar los pies del plato. El eje de sus reclamos pasa por la “defensa de la industria nacional y contra las importaciones”. Propician un frente con los empresarios que están produciendo una sangría en la ocupación obrera y que no cumplen siquiera con las obligaciones legales.


 


Basta de tregua. Es necesario un inmediato paro general y un plan de lucha contra la ofensiva antiobrera del gobierno y las patronales.