Sindicales

6/11/2017

Los estatales comenzamos la lucha contra el plan de guerra del gobierno


Macri y los gobernadores preparan una ofensiva brutal contra el conjunto de los trabajadores del Estado.


 


A las declaraciones del presidente en el CCK el pasado lunes 30/10, se sumó una gira del ministro de Modernización, Andrés Ibarra, por las radios oficialistas atacando a los estatales y dejando abierta la posibilidad de una nueva ola de despidos.


 


Nada menos que el presidente del Inta salió a denunciar por los medios de comunicación que el informe de “dotaciones óptimas” del Ministerio de Modernización indica que sobran 750 trabajadores en ese organismo. En la edición del domingo de La Nación se adelanta que el gobierno tiene en carpeta para los organismos descentralizados como el Inti, Senasa, Pami, Anses, etc. una “fuerte reestructuración”, un eufemismo para hablar de vaciamiento y despidos masivos.


 


En el caso de los sectores industriales que no pudieron privatizar en los `90, el gobierno busca profundizar la desinversión para avanzar con despidos y privatizaciones. Es el caso de Fabricaciones Militares, del Astillero Río Santiago (hay presupuestados 2200 trabajadores sobre una planta de 3450) y la mina de Río Turbio.


 


Ante semejante ataque, el inmovilismo con el que la burocracia sindical está abordando esta ofensiva es criminal. UPCN viene de firmar la modificación de hecho del convenio colectivo de los nacionales, introduciendo las cláusulas de presentismo y productividad. Ahora, se preparan para firmar una paritaria de hambre en la provincia de Buenos Aires y dejar pasar miles de despidos.


 


En el caso de ATE, tanto ATE-Nacional liderada por “Cachorro” Godoy, como la conducción kirchnerista de ATE-Capital nada hacen para preparar la lucha que se viene. Ni siquiera han convocado a plenarios de delegados o asambleas en los lugares de trabajo, salvo las contadas excepciones de los lugares donde el activismo ya se encuentra movilizado. Parecen esperan a que el ataque se produzca para lanzar medidas testimoniales que descompriman y luego tratar de negociar un puñado de reincorporaciones de sus allegados, tal como hicieron en el 2016.


 


Pero a pesar de las trabas de las burocracias, los estatales estamos demostrando que hay importantes reservas de lucha.


 


Es el caso del contundente paro del Inti, la movilización del Inta a sede central y la marcha nacional de los compañeros de Fabricaciones Militares al Ministerio de Modernización, todo esto a menos de dos semanas de las elecciones legislativas. La seccional multicolor de ATE de la mina de Rio Turbio está con asambleas en boca de mina contra el intento del gobierno nacional de hacerlos pagar la corrupción del gobierno kirchnerista. En el Astillero Río Santiago una masiva asamblea votó la convocatoria para el 9/11 a un plenario de delegados de los sindicatos de zona para preparar una marcha a la gobernación.


 


Desde Tribuna Estatal somos motores de todas estas medidas de lucha y hemos lanzado una campaña. Con un volante nacional planteamos la convocatoria a asambleas en cada organismo, sin distinción de afiliación gremial, que fijen un pliego de reclamos, vote medidas y se pronuncien por un plan de lucha para quebrar la ofensiva del gobierno.