Sindicales

3/3/2017

Los jugadores se suman a los maestros y le dan un golpe al gobierno

Paro hasta que les paguen


Los futbolistas decidieron mantener el paro y desconocer la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo hasta que le paguen los salarios adeudados a los de todas las categorías, a los cuales se les deben, en total, unos $260 millones, según estimó Futbolistas Argentinos Agremiados.


 


La decisión de los futbolistas de desconocer la conciliación es un golpe a la autoridad del gobierno, que se colocó abiertamente en el campo de los patrones-dirigentes de los clubes y fue tomada ante el ofrecimiento de pagarles la semana próxima una cantidad menor de la deuda y el resto –una nueva promesa- a ser saldado cuando ingrese el dinero que abonará la cadena televisiva que finalmente sea elegida (Fox-Turner, ESPN o Mediapro), para lo cual no hay fecha cierta.


 


 


Es decir que los jugadores serían los patos de la boda, que deberían seguir jugando sin cobrar lo que les deben, mientras los dirigentes-empresarios y los dueños de las cadenas siguen negociando el acuerdo por $3200 millones sobre los cuales los jugadores no inciden ni serán los beneficiados.


 


La decisión de los futbolistas es, además, un golpe para el gobierno porque se produce en un momento en el que el macrismo ha centrado toda su artillería en el ataque al paro de los docentes, a los que quiere producirles una derrota para colocarla como un antecedente crucial para llevar adelante su política de ajuste.


 


El no inicio del fútbol por una decisión de los jugadores se opone por el vértice a la parálisis que tuvo el torneo por la falta de acuerdo en la reestructuración del millonario negocio de ese deporte, que tiene como actores principales a las directivas-empresarias de los principales clubes y de la AFA, al gobierno y a las cadenas internacionales de televisión (Fox-Turner, ESPN y Mediapro) que pujan por quedarse con los derechos de la trasmisión de los partidos.


 


Es una muestra, en su ámbito, del hartazgo que anida en la población por el ajuste oficial y la prepotencia de las patronales -aquí se trata de los dirigentes del fútbol- que pretenden recaer la crisis –en este caso de los clubes- sobre las espaldas de los que viven de su sueldo. En este caso son los jugadores, y no solo las “figuras” sino futbolistas de todas las categorías que, como se hizo público en este último tiempo, llevó a muchos de ellos a la necesidad de pintar casas o a trabajar en talleres para poder mantener a sus familias ante la falta de pago de sus sueldos por parte de los clubes.


 


La firmeza de los futbolistas, que no se achicaron ante las presiones y las amenazas del gobierno y los dirigentes, provocó una crisis en esa política y la AFA debió suspender los primeros partidos de la fecha que debían jugarse hoy. La crisis también se manifestó en una división entre los dirigentes y un sector se manifestó opuesto a la utilización de “voluntarios” al estilo de la gobernadora Vidal, en este caso, los jugadores juveniles.


 


Los jugadores aportan su grano de arena a la lucha contra el ajuste y tienen razón en sus reclamos. Hay que apoyarlos.