Sindicales

16/2/2012|1211

Los límites de la paritaria aceitera

La firma de la paritaria del gremio aceitero culminó, después de un mes de negociaciones (en el que se realizó un paro y se dictó la conciliación obligatoria), en un acuerdo que lleva la escala inicial del gremio a un sueldo de 6.200 pesos de básico y a 7.583 al de la máxima categoría. Un 24% de aumento sin cuotas. Los dirigentes aceiteros denunciaron que Tomada presionó infructuosamente por un porcentaje en tomo al 18%.


El gremio aceitero ya había conseguido un básico de 5.000 pesos en las paritarias pasadas, al seguir la línea de la canasta familiar elaborada por la Universidad Nacional de Rosario. El nuevo básico estaría tomando la inflación pasada sobre la canasta familiar, pero no contempla el impacto del tarifazo en marcha, lo cual pone en la discusión cláusulas de revisión muy precisas -de las que el acuerdo carece.


Las patronales aceiteras están trabajando a más del 100% de sus posibilidades productivas, embolsando gigantescas ganancias con las garantías del gobierno nacional de mantener el régimen laboral existente en las grandes multinacionales que operan, fundamentalmente, en el cordón industrial de San Lorenzo -por lo que la mitad de los trabajadores de la industria no recibirán los beneficios de esta paritaria.


La industria aceitera se maneja con un 50% de trabajadores fuera de convenio como contratados – ya sea encuadrándolos en la Uocra o en empleados de comercio. Los contratados ganan 4.600 de sueldo conformado sólo en el caso de San Lorenzo (por un conflicto con la CGT de San Lorenzo del año pasado), pero los contratados aceiteros de Bahía Blanca ni siquiera perciben esa cifra por realizar los mismos trabajos que los de la categoría inicial del gremio.


Por la firma de esta paritaria, ninguno de los trabajadores aceiteros percibirá el salario familiar y, desde luego, crece el número de afectados por el impuesto a las ganancias.


La paritaria aceitera debe ser una referencia para impulsar una abierta deliberación en fábricas y lugares de trabajo para reclamar un salario igual a la canasta familiar: ajuste automático de los salarios de acuerdo con la inflación, pase a planta permanente de todos los contratados, ningún despido ni suspensiones, restitución del salario familiar, eliminación del impuesto al salario y efectivización de los contratados -una reivindicación aún pendiente en el gremio de los aceiteros.