Sindicales

20/3/2003|793

Los pasantes cesanteados fueron reincorporados

Luego de 5 días de ocupación de 5 edificios de Telecom llevada adelante por Foetra Sindicato Buenos Aires, y desbaratando cada una de las provocaciones que intentó la empresa (incluso el desalojo por la fuerza de edificios), los telefónicos han obtenido un triunfo que abre una nueva perspectiva para todo el gremio.


Todos los pasantes – los despedidos en esta semana y los que venían resistiendo como cesantes desde hace más de 2 meses – fueron reincorporados en sus lugares de trabajo, con todos los días pagos desde que la empresa había dejado a los compañeros en la calle. Además, Telecom firmó un acta desistiendo de cualquier acción penal contra directivos y delegados del sindicato.


La ocupación de los edificios venía logrando una creciente adhesión de todo el gremio y de diversos sectores en lucha que se habían solidarizado, delegados de otros gremios, el movimiento estudiantil, asambleas populares y delegaciones piqueteras. Las movilizaciones del activismo, los delegados y la directiva del sindicato iban en ascenso y se estaba preparando una multitudinaria movilización del gremio y todos los sectores solidarios contra la empresa. Esta lucha amenazaba con convertirse en una gran lucha nacional contra un pulpo que, luego de llevarse millonarias ganancias desde la privatización, ahora viene por el alza de tarifas y la rebaja salarial y los despidos para mantener sus ganancias. Por todo esto, Telecom y el gobierno recularon.


Ahora se ha formado una comisión integrada por el sindicato, la empresa y los ministerios de Trabajo y Educación, que en 30 días debe realizar una propuesta común sobre el futuro de unos 180 pasantes. O sea: tres contra uno. No cabe ninguna duda de que el Ministerio de Trabajo comparte la línea de Telecom, ya que impulsa el negreo y la rebaja salarial generalizada con el reemplazo de trabajadores efectivos por planes Trabajar de 150 pesos. Menos dudas puede dejar el Ministerio de Educación, que impulsa la superexplotación de los estudiantes firmando con las empresas convenios de trabajo en negro (pasantías), avalando el fraude laboral y además obteniendo un beneficio económico con el mismo. Desde esa comisión, entonces, la empresa y el Estado intentarán resolver a su manera este conflicto, para volver a la carga con sus objetivos centrales: salvar los negociados de las empresas privatizadas a costa de los usuarios y trabajadores, aumentando las tarifas y reduciendo sueldos y puestos laborales.


El gremio y los pasantes han quebrado con esta lucha, en forma definitiva, la división que la patronal aprovechó durante años entre efectivos y pasantes. Se trata ahora de rematar esta victoria con la efectivización de todos los pasantes. Con este triunfo, los trabajadores han retomado la iniciativa; es momento entonces de avanzar por el conjunto de reivindicaciones postergadas. Por la defensa de todos los puestos de trabajo, sean efectivos, contratados, pasantes o trabajadores fuera de convenio. Por la indexación de los salarios al valor previo a la devaluación. Por la reducción horaria sin reducción laboral en los sectores de trabajo insalubre, como tráfico. Y por la defensa de un servicio para la población que las empresas están dejando caer: ningún tarifazo, que se abran los libros, control obrero de las empresas telefónicas.