Sindicales

12/12/1996|523

Los telefònicos tenemos que reanudar la movilizaciòn

El gobierno salteño acaba de reprimir salvajemente a obreros telefónicos que intentaban colocar una olla popular frente a Telecom para resistir el despido de 27 compañeros.


Los despidos fueron una represalia contra una asamblea del sindicato telefónico salteño que rechazó el preacuerdo de convenio firmado entre la burocracia nacional de Foetra y las patronales. Un preacuerdo que, como ya hemos venido denunciando, introduce la fexibilización laboral, rebaja los sueldos, autoriza jornadas de 12 horas, elimina el descanso dominical, etc. Es decir, hace al paraíso de la ‘flexibilización’ laboral.


Desde estas páginas hemos venido denunciando el repudio de los trabajadores telefónicos de Capital y Gran Buenos Aires al preacuerdo antiobrero. La lucha de ellos ha quedado sin embargo empantanada luego de que la burocracia consiguiera levantar, sin que adoptaran resoluciones, dos importantes Asambleas Generales. Esto se debió más que a la fuerza de la burocracia, a la falta de decisión de la oposición antiguillanista que se nuclea en la Mesa de Enlace. Desde Prensa Obrera hemos venido realizando una campaña para que se saque un balance de esta situación y se relance la resistencia contra el preacuerdo antiobrero. Parte de esta campaña son las opiniones del compañero José, trabajador telefónico de la oficina Valentín Gomez, que más abajo reproducimos con su opinión sobre la lucha contra el preacuerdo.


Pero ahora hay una necesidad: organizar la movilización solidaria por la reincorporación de los 27 despedidos de Salta, que se pronunciaron contra el preacuerdo. La Mesa de Enlace de la oposición antiguillanista de Buenos Aires debe pronunciarse al respecto y organizar ya una gran concentración frente a Telecom en la Capital.


Esto se suma a los intentos de Telecom y Telefónica de aplicar un “rebalanceo tarifario” que aumenta en un 100% el abono a los usuarios de casas de familia (de $19 a $38) y elimina los 200 pulsos libres que rigen en la actualidad.


Las dos luchas están unidas: contra la superexplotación de los trabajadores telefónicos que se quiere imponer con la represión (Salta) y la traición (preacuerdo de Rodríguez y Guillán), y contra el tarifazo antipopular.