Sindicales

1/2/2022

Los trabajadores de Nueva Chicago en lucha por salarios adeudados

Que la crisis del club no la paguen sus empleados.

Unos 60 trabajadores del Club Atlético Nuevo Chicago reclaman el pago de salarios, plus vacacionales y aguinaldos adeudados. El presidente actual de la institución es Hugo Bellón, que es también secretario de Organización de Ate Capital y coordinador nacional de Ate Migraciones. Confesión de parte de quienes se embanderan con la defensa de los trabajadores, pero no solo avalan la licuación salarial y los atropellos patronales, sino que los cometen incluso ellos mismos.

Así, los trabajadores denuncian que a las irregularidades salariales se le suman otros atropellos, como la tercerización en manos de empresas ajenas a la institución para realizar tareas por las que ya hay en el club personal bajo convenio. Es parte de un cuadro en el que, advierten, les están comenzando a ofrecer retiros voluntarios.

No obstante, la dirigencia emitió un comunicado luego de la movilización de los trabajadores que pasó por el Polideportivo y se dirigió hacia el Estadio. En él reconocen las deudas que sostienen con la planta laboral, pero intenta justificarlas allanando el terreno incluso para la posibilidad de despidos. Aducen que el club “no puede pagar mes a mes” los salarios de una planta laboral que se contrató de manera “indiscriminada”.

Esto solo se termina de una forma: que la dirigencia abra los libros del club al control de sus trabajadores y socios. Presentar que los salarios “no se pueden pagar” sin demostrar cómo se gastan los activos de la institución es muy sencillo. En tanto, los trabajadores continúan en estado de asamblea permanente rechazando el cronograma de pagos que les ofrecen. Es el camino para quebrar el intento dirigencial de descargar el peso del estado crítico del club sobre sus espaldas.

Si quienes vienen gobernando a la fecha al “Torito de Mataderos”, de más de cien años de vida, lo llevaron al vaciamiento y al quebranto, los trabajadores y los socios deben ponerle punto final. Que sean ellos mismos quienes dirijan la institución.