Sindicales

15/12/2016|1441

Los trabajadores de Sealy recuperan la comisión interna


Con 145 votos, la clasista Lista Blanca 1 obtuvo un importante triunfo en las elecciones de comisión interna de la fábrica plástica Sealy. La lista de la burocracia, la Blanca (usó el mismo color sólo para confundir), alcanzó 135 votos y hubo cinco votos en blanco.


 


Ni el fraude ni la empresa, ni el Ministerio ni la dirección del gremio, ni todas sus maniobras pudieron con la organización independiente de los trabajadores de Sealy, que conscientes de la necesidad de la recuperación de su herramienta gremial les impusieron una severa derrota en las urnas a todos juntos.


 


Crónica de un gran triunfo


 


En 2014, mediante un fraude, la empresa, con el aval de la dirección del sindicato plástico, le había arrebatado la comisión interna a los trabajadores de Tempur Sealy.


 


En estos dos años, los compañeros soportaron un ataque permanente a la organización, suspensiones arbitrarias, descuentos en los haberes, cámaras de vigilancia, la implementación del médico en planta y beneficios individuales que fue otorgando la empresa para debilitar la organización.


 


En junio de este año llegaron nuevas elecciones de delegados, con la organización golpeada, pero firme y, gracias al método de clase que defendieron, se mantuvieron intactas las posibilidades de ganar. La patronal sabía mejor que nadie de esta situación, por eso preparó un nuevo fraude: infló el padrón con 120 trabajadores que pertenecen a los locales comerciales, para quedarse con una comisión interna adicta, que permita que pase la flexibilización y los despidos en la planta. La maniobra, que viola el derecho a la elección de delegados por establecimiento, no iba a pasar sin resistencia de los compañeros. La intervención del conjunto de los trabajadores de la planta la desbarató, frenando la elección y obligando a intervenir al Ministerio de Trabajo, que terminó suspendiéndola, luego de 12 horas de piquete frente a la urna. El objetivo era claro: defender las elecciones transparentes, democráticas y que sean los trabajadores quienes elijan a sus representantes, gane quien gane.


 


El Ministerio de Trabajo elevó un expediente donde se expresaban todas las irregularidades que se fueron denunciando, a partir del cual debía llevar adelante una resolución. Dicho expediente se terminó “extraviando”, ningún funcionario sabía decir dónde se encontraba y el 4 de noviembre salió una nueva convocatoria a elección de delegados para el 7 de diciembre. Según el sindicato plástico, la convocatoria se dio sobre la base de la resolución del Ministerio, que al día de hoy no apareció. 


 


Las condiciones de la convocatoria a esta nueva elección eran las mismas que en junio pasado, con la diferencia que, esta vez, el Ministerio de Trabajo se jugó por entero a avalar el fraude, al punto que participó un veedor durante toda la elección. 


 


La enorme campaña que llevó adelante la lista clasista incluyó el recorrido de todos los sectores dentro de la planta, a pesar de las trabas de la patronal, además del conjunto de locales de venta, llevando adelante un programa clasista y de defensa de los métodos propios de los trabajadores. También implicó una denuncia muy profunda de la otra lista, dado que su principal candidato ingresó a la fábrica como asesor sindical de la empresa cuando se consumó el fraude de 2014.


 


Para llevar adelante el fraude, la empresa contrató una flota de remises y movilizó, bajo el condicionamiento de los supervisores, a más de 70 vendedores, a los cuales les hicieron cerrar los locales y trasladarse hasta la planta a votar por su lista.


 


Conclusiones


 


Se podrán sacar importantes conclusiones de este triunfo, válidas también para el movimiento obrero de toda la zona norte del Gran Buenos Aires, que en los últimos tiempos sufrió duros golpes (en parte, debido a los métodos sustitucionistas y electoralistas de algunos sectores). Una conclusión es que lo importante para defender las conquistas y seguir avanzando, es la defensa incondicional de la unidad y la organización independiente de los trabajadores.


 


El triunfo en Sealy es el triunfo de un método, el método del frente único que los llevó a acompañar todas las luchas que se dieron en estos años en la zona norte, en sus avances y retrocesos. Es el mismo método llevado adelante por los compañero del Sutna, por eso se inscribe en el avance del clasismo en todo el país.