Sindicales

23/12/1999|651

Los trabajadores del pescado se movilizan

Antes del recambio gubernamental, el Secretarío de Agricultura, Ganadería y Pesca saliente, firmó la resolución por la cual se efectivizó el cierre del caladero, prohibiendo la captura de merluza hubbsi hasta fin de año.


El cierre del criadero es la consecuencia de una política de exterminio. Según los últimos informes del Inidep –Instituto Nacional de Investigación Pesquera– “la biomasa del cardumen de merluza habría caído por debajo del 16%, haciendo imprescindible determinar el paro de la pesca”, pues se estaría al borde del exterminio (El Atlántico, 15/11).


Distintas empresas han comenzado a despedir a su personal en blanco (para no tener que pagar la garantía horaria) y a presentar recursos de crisis y quiebras fraudulentas (Mellino) para cerrar en Mar del Plata y tomarse el buque al sur. Esto mientras mantienen en negro y subocupados a miles de trabajadores.


Ante los anuncios, el sector empresarial “integrado” (fresqueros y factorías), nucleados en el CEPA, ya está negociando la entrega de permisos para la pesca de 260.000 toneladas de merluza de cola (hopki).


Los fresqueros reclaman prebendas y subsidios para paliar la crisis.


 


¿Y los trabajadores?


Las burocracias de los gremios portuarios han apoyado todos y cada uno de los reclamos patronales, dándoles la espalda a los trabajadores. La multisectorial pesquera (que ellos integran) ha entregado a De la Rúa, con el pomposo nombre de “Proyecto Pesquero 2000”, un documento cuyo único eje es el reclamo patronal de extender la Ley de Emergencia Pesquera por tres años más.


La Unidad Obrera del Pescado ha lanzado una campaña de movilización entre los trabajadores portuarios para “organizarse y luchar por una salida a nuestra situación, con total independencia de los empresarios y gobernantes de turno, para que la ‘contención social’ se efectivice a través de un subsidio de 500 pesos para todos los trabajadores”.


Una movilización entregó un petitorio en la Municipalidad y en el Ministerio de Trabajo, reclamando además del subsidio, que se prohíban los despidos, los cierres de plantas y las quiebras fraudulentas.


El padrón inicial, con alrededor de 1.500 compañeros (armado en tres días de campaña) fue entregado el viernes 17 por una numerosa concentración frente al Municipio, que exigió una respuesta inmediata a los reclamos obreros. El compromiso de la entrega de 1.500 bolsones de alimentos, por parte de la Municipalidad, con control de los trabajadores, fue tomado, pero dejando en claro que la lucha por el subsidio de 500 pesos no será abandonado.


¡Adelante, compañeros!